Está
parcialmente en nuestras manos influir en que el 7D nos
encaminemos hacia la democracia o sigamos en el
totalitarismo. Sea cual sea el resultado que anuncie
el CNE sumiso a Miraflores, ese día Venezuela amanecerá
convulsionada.
El descontento general de la población, reflejado en
innumerables manifestaciones de protesta por la inflación, escasez de
alimentos, medicinas y repuestos, así como por la inseguridad y
corrupción, todo lo cual es responsabilidad del régimen, predicen que los rojos
tendrán una aplastante derrota.
Las encuestas solo confirman lo que
evidentemente se palpa en las calles. Sin embargo, las manipulaciones de
todo orden propiciadas por el régimen con la complicidad del TSJ y del
CNE podrían arrojar resultados inesperados.
Tres escenarios
son posibles:
1-
La alternativa presentada por la MUD logra la mayoría calificada de 111
diputados. Este resultado significaría el fin del totalitarismo y
enrumbarnos hacia la democracia, aunque no necesariamente implicaría la salida
de Maduro, al menos en el corto plazo. Los rojos harán todo lo posible, incluso
ilegalmente, para que no se materialice este escenario. En última instancia
darán el zarpazo. No nos engañemos, ya lo han anunciado reiteradamente y sin
pudor. Sin embargo, al ser tan contundente la derrota del régimen, este vería
disminuida su capacidad de reacción y al final tendría que ceder. Los grupos
paramilitares rojos seguramente intentarán crear caos, pero serían
neutralizados. Este es el escenario más favorable para la
recuperación del país. Es posible pero la probabilidad no es
alta.
2-
La alternativa democrática obtiene entre 84 y 110 diputados. El régimen podría
manejar la situación sin mayores problemas, ya que seguiría contando con la
sumisión de los otros Poderes del Estado, sin embargo, quedaría muy
debilitado. Como su carácter es totalitario, en lugar rectificar y buscar
ciertos consensos incrementaría las persecuciones al sector privado
y a los disidentes. Este es un escenario muy probable y, contrario a lo que
divulgan algunos, el mismo no sería por una negociación sucia con
factores de la oposición, sino consecuencia de la inconstitucional
ingeniería electoral realizada por el CNE, el ventajismo oficial, el temor de
los empleados públicos de que su voto no sea secreto y la presencia de
candidatos fuera del acuerdo de la MUD.
En
este último caso, en algunas divisiones habrá que responsabilizar a la
dirigencia de la MUD por haber impuesto ciertos candidatos extraños a
determinados circuitos y en otras será necesario culpar a candidatos o a
micropartidos que no quisieron entender que las circunstancias obligaban a
deponer ambiciones aunque en algunos casos fuesen legítimas. Aunque este
resultado no nos resuelve el problema, sin duda habremos avanzado.
3-
Impúdicamente el CNE presenta resultados favorables al régimen. Este escenario
es posible y los rojos lo vienen anunciando. No sería la primera vez que el
organismo electoral adultere las cifras, aunque es justo reconocer que
algunas veces no hemos sido mayoría. Ante una estafa como esta,
la dirigencia opositora debe armarse de valor y llamar a protestar
pacíficamente en las calles. Los oficiales de nuestra Fuerza Armada
tendrán que decidir si reprimen al pueblo o actúan como los militares chilenos
que reconocieron la derrota de Pinochet.
Aunque
siempre hay que protestar en la calle cuando nos estafan aunque sea por un
voto, entendamos que los paramilitares rojos son muy violentos y solo la Fuerza
Armada puede detenerlos. Esta no actuará si no percibe que la diferencia es
aplastante. No es lo mismo convocar una protesta cuando nos roban una elección
siendo mayoría aplastante, que cuando el triunfo es por poco margen, como
sucedió en las pasadas presidenciales.
Independientemente
del escenario que se concrete, después del 7D debería haber cambios en la
dirigencia opositora y en la oficialista. Estos cambios podrían propiciar
ciertos entendimientos que hoy no se perciben y que son
imprescindibles para la gobernabilidad del país. Desde luego que estos
entendimientos mínimos no pueden ser a costa de claudicar principios
y valores.
Como
en botica:
La Fiscal Luisa Ortega avaló imputar cargos falsos a Leopoldo, según
el fiscal Nieves, pero se niega a investigar el asesinato de José Manuel
Vilas. Debe renunciar y el juicio debe ser anulado.
Vicente Díaz
escribió que le cae bien Maduro ¨porque le gusta el Pink Floyd, tiene
sentido del humor, es propenso al diálogo y es inteligente¨. Creo que el
exrector del CNE fue poco inteligente con esta aseveración.
Rechazamos
el enjuiciamiento y el trato que reciben en la cárcel Josely
Prato y su hermano Johan por abuchear a la esposa del
Trucutu de la Asamblea y a la gobernadora de Falcón. Estas dos señoras
deberían interceder para que los pongan en libertad y aceptar que una
manifestación de repudio no es un delito.
Felicitaciones a las raperas Neblinna
y Mestiza por su valentía al denunciar la mala situación que vivimos.
¡No más
prisioneros políticos, ni exiliados!
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