CARLOS M. MONTENEGRO ÁNIMAS DE PURGATORIO Rudolf Hess, ¿Saltó la Talanquera?

  

Hess llegó a Inglaterra  con un plan de paz  en el que nadie creyó "Saltar la talanquera", es cuando cualquier semoviente decide sorpresivamente abandonar el corral que lo cerca saltándose la valla. En estos tiempos que corren, lo que siempre ha sido una decisión individual y voluntaria, se está convirtiendo en una especie de endemia entre humanos, habitualmente políticos. Como casi todo, el transfuguismo está inventado probablemente desde que floreció la civilización. Sin necesidad de escudriñar mucho, Sigmund Freud, Albert Einstein y hasta el mismísimo Winston Churchill, entiendo que por diversos y personales motivos, practicaron tan singular deporte. Pero hay un caso digno de ser contado por la misteriosa forma en que se produjo: en la noche del 10 de mayo de 1941 llegó a Gran Bretaña el lugarteniente de Hitler, Rudolf Hess, en uno de los más sorprendentes y rocambolescos episodios de la II Guerra Mundial. Hay múltiples versiones sobre qué le motivó a realizar semejante episodio, pero sí sabemos cómo lo hizo. Rudolf Hess Dirigente de la Alemania nazi (1894-1987), veterano de la I Guerra Mundial (1914-18), se afilió en la posguerra a una violenta organización antisemita. En 1920 fue uno de los miembros fundadores del Partido Nacionalsocialista, y colaboró con Hitler en el fallido Putsch de Múnich (1923). Encarcelado junto a Hitler, transcribió al dictado de éste su manifiesto ideológico -Mi lucha- y después fue su incondicional secretario y amigo. Junto a Hermann Göering fue nombrado vice-Führer, sucesor del canciller. Hess inició los preparativos de su viaje con gran secreto. Trataba de evitar que cualquier rumor se filtrase hasta Hitler. Ya en el verano de 1940 pidió a su secretaria, Hildegard Fath, que reuniera datos sobre las variantes meteorológicas en Gran Bretaña y mar del Norte. Se hizo también con las cartas de navegación aérea más modernas y las estudió concienzudamente, porque el viaje debía realizarse en avión. El aparato que consiguió fue un nuevo modelo de caza, el Me-10, recién desarrollado para la Luftwaffe por la factoría Messerschmitt. Hess que era un excelente piloto participó en sus pruebas. El sábado 10 de mayo de 1941, Hess despegó de la pista de la fábrica Meserschmitt para un vuelo de prueba y nunca regresó; Arribó a Escocia y allí pretendía llegar a las inmediaciones de Dungavel, la residencia del duque de Hamilton, a quien Hess había atendido durante los juegos olímpicos de Berlín en 1936. Tenía información (¿o era desinformación?) de que Lord Hamilton estaba enfrentado políticamente a Churchill, y quería entrevistarse con él en secreto para proponerle una oferta de paz supuestamente de parte de Hitler. Saltó en paracaídas estrellando su avión en una granja cercana dañándose un tobillo, el granjero, David MacLean, lo retuvo y entregó al ejército, siendo apresado. Declaró: "soy el capitán Alfred Horn, oficial alemán, busco la casa del duque de Hamilton. Tengo que comunicarle una importante noticia. Estoy solo y voy desarmado". Días después Hamilton lo fue a ver y Hess le dijo "No sé si me recordará usted, pero soy Rudolf Hess". La delirante propuesta de paz de Hess incluía devolver todos los países de Europa Occidental conquistados por Alemania a sus propios gobiernos nacionales, aunque conservando policía alemana. Alemania también pagaría la reconstrucción de esos países. A cambio, Gran Bretaña tendría que apoyar la guerra contra el comunismo y embarcarse al lado de Alemania en la invasión de la Unión Soviética. Churchill debía ser cesado. Hamilton tras escuchar la delirante oferta informó a su amigo, el Primer Ministro Churchill, quien lo llevo a la capital para encerrarlo en la Torre de Londres con tratamiento de prisionero de guerra, hasta que ésta terminó y fue juzgado y condenado a cadena perpetua en Núremberg. Murió con 93 años en circunstancias confusas en la cárcel de Spandau el 17 de agosto de 1987. Aún no se conoce ciertamente que pretendía realmente Hess. Goebbels propagó que Hess hizo aquello víctima de una fuerte enajenación mental. Solo así "se explicaba" aquel descomunal salto de talanquera. carlosmmontenegro22@gmail.com