UNIFICAR EL OBJETIVO
La búsqueda de la unidad debe hacerse con sinceridad y claridad. Es
imprescindible definir el objetivo sin el cual no será posible una estrategia
común, compartida por todos los factores, aunque pueda ejecutarse desde la
perspectiva de cada cual. La unidad es necesaria. Puede ser dinámica y hasta
diferenciada siempre y cuando el objetivo de la lucha esté definido. Cuando el
objetivo y la estrategia común existen, los errores nunca serán fatales. En
caso contrario cualquier tontería, hasta una leve equivocación, puede
precipitar tragedias y derrotas definitivas.
Tengo una seria preocupación que no me abandona. Una parte importante
del liderazgo opositor trabaja más por la convivencia, por la supervivencia
según algunos, mientras que otro sector, con el cual me identifico plenamente,
busca un cambio radical que permita la liquidación del régimen y la
reformulación integral de la república. Para ello es indispensable empezar por
el cambio del gobierno actual, la sustitución de quien se desempeña como
presidente y de eso que llaman el alto gobierno cívico-militar, responsable de
la tragedia actual de Venezuela.
Muchos me preguntan, de buena fe supongo, el camino para lograr ese
cambio. Les digo que primero que todo debemos acordarnos en el objetivo, en el
qué y luego avanzar en el cómo. Hay formas, pero tenemos que utilizar al máximo
la cabeza, el corazón y el coraje que cada uno lleva por dentro para tener
éxito arriesgándolo todo. No será mediante ese “diálogo” que tan pendejilmente
algunos solicitan, ni repitiendo como loros entrenados lo de la salida
“democrática, pacífica, electoral y constitucional”. Nadie quiere la violencia.
La intensidad de la misma la está estableciendo régimen. La Constitución señala
caminos para provocar el cambio. Incluye, entre otros, la renuncia del
presidente. Pero, sin entender que la verdadera naturaleza del problema no es
electoral, será muy difícil.
oalvarezpaz@gmail.com Lunes, 24 de noviembre de 2014
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