El estafador se aprovecha de
la buena fe de personas que están poco informadas o que por razones afectivas o
de índole política depositan confianza en quien engaña. A veces procede por
iniciativa propia, pero las más de las veces se apoya en cómplices. Nuestra
historia reciente cuenta con dos grandes estafadores, el ¨comandante eterno¨y
Nicolás, su hijo putativo.
El presidente de facto estafa a sus partidarios diciéndoles
que los precios del petróleo se
desplomaron porque el ¨imperio¨ quiere acabar con las economías rusa y
venezolana. No tiene la honestidad intelectual de decirles que las causas
son que nuestros socios de la OPEP
están bombeando más petróleo y vendiendo con descuentos, que los países desarrollados están hoy con economías
debilitadas y por ello demandan menos petróleo y que los Estados Unidos se
copiaron eso del desarrollo endógeno y decidieron aprovecharse de la política
de los precios altos, vigentes hasta hace poco, para desarrollar sus reservas
de crudo contenidas en lutitas que antes no era rentable y así disminuir sus
importaciones.
Los venezolanos fuimos
estafados con las importaciones
de petróleo liviano.
Aclaremos que una compañía puede vender petróleo y al mismo tiempo comprar,
todo depende de las circunstancias de oferta y demanda. En el caso de las
compras de crudo ligero a Argelia y a Rusia, quizá Pdvsa no pierda
en la operación de mezclar extrapesado de la Faja con el ligero importado y vender un crudo intermedio, pero evidentemente dejó de ganar al no
prever la construcción de ¨mejoradores¨ para acondicionar el extrapesado. Los
únicos cuatro ¨mejoradores ¨existentes
fueron construidos por la
Pdvsa meritocrática y hoy algunos
no funcionan a plena capacidad. También Pdvsa fue negligente al descuidar la producción de livianos,
por lo que es escaso aun teniendo reservas. Igualmente fuimos estafados cuando
los rojos eliminaron la
Orimulsión, que permitía exportar el extrapesado, a menor precio, pero a muy
bajo costo de producción.
Maduro estafa a sus compatriotas aseverándoles que no importa
que el precio del petróleo baje a 40 dólares el barril, mientras por otro lado
trata desesperadamente de convocar de urgencia a la OPEP para intentar reducir
producción a ver si los precios aumentan. Quizá deba convocar al ¨pajarito¨para
que le proporcione información de cómo logró que el precio aumentara apenas
llegó al poder, lo cual se
atribuyó a un éxito personal a pesar de que es sabido que el factor fue la recuperación de la economía en
el sudeste asiático.
Las estafas más conspicuas
han sido las electorales, al no permitir auditorías que avalen o rechacen los
resultados. Otra estafa fue
cometida en contra de los deudos de los 19 ciudadanos asesinados el 11 de abril
del 2002, en la que condenaron a inocentes y se hicieron de la vista gorda con
los posibles victimarios. También fueron estafas los anuncios de innumerables magnicidios sin prueba alguna,
solo con la intención de despertar simpatía y acusar a la oposición de estar
comprometida.
Una estafa de alcance
internacional es acusar sin pruebas a Uribe, Obama, paramilitares y a la
oposición en Miami y local de los
asesinatos de Otayza y de Serra. En el primer caso es de presumir que los ¨sicarios¨ condujeron a la víctima a control remoto al barrio La Palomera para allí cometer
el crimen. En el de Serra fue con arma blanca quizá porque los ¨sicarios¨ no
recibieron dólares para adquirir armas de fuego y tampoco para hospedarse en un
hotel, por lo que tuvieron que
alojarse en instalaciones gubernamentales de la Misión Vivienda. Los dirigentes
de los ¨colectivos¨ abatidos en el edificio Manfredi eran hasta ayer fervientes
revolucionarios a quienes el anillo de seguridad del ministro Rodríguez
Torres permitía acercarse y tomarse fotos, pero hoy Maduro estafa a sus
partidarios inculcándoles que eran malandros, lo cual tampoco es excluyente.
Si el estafador quiere pasar
a la historia con un tratamiento no tan severo, debería reconocer que Pdvsa
está en la carraplana, que fue un error estatizar empresas privadas y aprobar
leyes para controlar precios. Desde luego, también debería desarmar a los
paramilitares rojos, poner en
libertad a los presos políticos, cesar las persecuciones judiciales y aceptar
nombrar un CNE de acuerdo a la Constitución y un TSJ no sumiso. Sabemos que esto es imposible, por lo
que el estafador deberá enfrentar, por lo menos, la dura sanción de la historia y la alternativa democrática
unida debe propiciar su salida lo antes posible por vía constitucional.
Como en botica: El régimen
sigue con la intención de vender CITGO por considerar más
importante los mercados de Cuba, Jamaica y República Dominicana, en donde
adquirió participación en refinerías,
que el norteamericano. Nuevamente la Sociedad Venezolana de Ingenieros
de Petróleo advirtió al país de la inconveniencia de esa venta. Sería otra gran
estafa. ¡No más prisioneros
políticos, ni exiliados!
eddiearamirez@hotmail.com
21/10/14 . Noticiero Digital y Runrunes
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