La situación del país
es grave, gravísima.
Sin embargo, esa situación tiene soluciones.
Mis
últimos artículos han estado dedicados a examinar, con las limitaciones que
impone el espacio periodístico, algunos de los más graves problemas nacionales.
Ahora
quiero hablar de las soluciones a esos problemas.
La
situación del país es grave, gravísima. Sin embargo, esa situación tiene
soluciones.
Mi
diagnóstico de la crisis nacional lo reduzco a seis palabras y una preposición:
Un
país dividido.
Un
gobierno equivocado.
Una
ausencia de alternativa.
Las
democracias serias cuentan con un gobierno que se ocupa de atender las demandas
ciudadanas y con una alternativa que ayuda a gobernar y que se prepara para
sustituir con éxito al gobierno que le toca enfrentar.
Lo
primero que requerimos es que tanto el Gobierno como los sectores que puedan
ejercer un liderazgo nacional tomen conciencia de la gravedad de la situación y
actúen en consecuencia.
He
dicho en otras ocasiones que necesitamos ¡un nuevo gobierno ya! Ese nuevo
gobierno debería ocuparse de cambiar dos cosas: las ideas que han fracasado en
los últimos 15 años y los personajes que han dirigido esas políticas.
Al
presidente de la República le digo con todo respeto: cambie las políticas
equivocadas que nos han traído a esta situación tan crítica y cambie a los
cuadros que han gobernado en los últimos años y que han fracasado tan
ruidosamente.
La
solución para el primer problema que menciono, que es la falta de unidad
nacional, pasa porque el presidente de la República le anuncie al país, en el
marco de ese sacudón al cual el propio Presidente se ha referido, que cancela
la política de la confrontación y la sustituye por una política de diálogo
constructivo. En segundo lugar, que cancela las políticas económicas
equivocadas y las sustituye por una política de estímulo a las inversiones para
generar riqueza, empleo, bienes y servicios que satisfagan la demanda nacional
y finalmente, que cambie las personas que han dirigido las políticas
equivocadas y las sustituya por gente competente y honesta, que le inspire
confianza a los inversionistas nacionales e internacionales, para colaborar con
la recuperación económica del país.
En
resumen Presidente, cambie sus políticas, cambie su gente y cambie su heredado
estilo confrontacional y comenzaremos a salvar al país.
Seguiremos
conversando.
@efernandezve
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