Blog de Víctor José López /Periodista

miércoles, 11 de junio de 2014

Santiago Guevara PENSAR OTRO PAÍS


“SALIDISTA”




                    sjguevaragarca@gmail.com / @SJGuevaraG1

De “salidista” me calificó un crítico tuitero, en medio de un intercambio sobre el tema constituyente, puesto de nuevo en la palestra con la propuesta de María Corina, Voluntad Popular y sectores de la sociedad civil, en la reciente concentración de la Plaza Brión de Caracas.

Pero, resulta que no soy “salidista”. Aunque podría serlo. Precisamente, insistía ante el periodista capitalino con quien inicié el diálogo, que después incorporó a otros, en los que creo son los prerrequisitos de una propuesta como la que hacen los voluntariosos políticos de “La Salida”.

Ante nada, se exige comprender la profunda dificultad política de una propuesta así. No es solo organizarse: es organizarse para hacer política; además, en un contexto neototalitario, lo cual requiere plantearse al menos un exigente Modelo de Gestión Política. Nada que ver con lo tradicional conocido (la política de “la Cuarta”, para decirlo simple), el caudillismo arraigado en el liderazgo nacional, el voluntarismo torpe o “caletres” mal aprendidos. Hace falta po-lí-ti-ca, todos los días y con mucho detalle.


El tema organizativo (que no es ni el único, ni el primero) requiere un manejo especial: de menos a más y de la gente a los partidos. Exige auscultar la realidad de la gente, para descubrir sus grandes temas y montar la organización que los atienda. No es difícil, pero tampoco soplar y hacer botellas.

La propia política debe asumirse sin preconcepciones estratégicas. En el mundo de la estrategia lo único no negociable son los principios y conceptos derivados de su adopción. Establecer medios como parte definidora de la propuesta es un error. Los medios son alternativos, intercambiables y contingentes. No puede haber dogma en eso.

Finalmente, con el reconocimiento de la riqueza de contenidos de que disponen algunos de los asociados a la iniciativa, creo que deberían manejarse, no como ideas ya asumidas, sino como propuestas para un debate amplísimo, después de avanzar lo organizativo. Como decía en el lenguaje a veces telegráfico del Twitter: Refuercen antes la organización propia y de la sociedad civil y luego debatan las propuestas. En el camino podemos encontrarnos.





 



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