Blog de Víctor José López /Periodista

lunes, 30 de junio de 2014

Pedro Pablo Fernández Abunda la escasez de criterio



“Empezó una fiesta en la cual nos emborrachamos de petrodólares para luego amanecer con ratón”






Desde que empezó a ser un recurso natural importante, en tiempos de Gómez, el petróleo contribuyó a impulsar un crecimiento económico moderado y sostenido, pero a partir del primer gobierno de CAP con la subida de los precios del petróleo, producto de la Guerra Árabe-Israelí, empezó una fiesta en la cual cada tanto nos emborrachamos de petrodólares para luego amanecer con ratón.
El ciclo es más o menos así: Suben los precios del petróleo, aumenta el gasto público, se expande la masa monetaria, se estimula el consumo y como consecuencia la actividad productiva. Disfrutamos de una fiesta a lo grande. Luego, cuando los precios del petróleo bajan no tenemos como mantener el gasto, nos vemos obligados a aplicar ajustes, caemos en recesión, se genera un fuerte déficit fiscal, se recurre al financiamiento inorgánico, aumenta la inflación, el pueblo se empobrece y se paraliza la actividad productiva con lo cual crece el desempleo. Todo esto lo sufrimos hasta que los precios del petróleo vuelven a subir e iniciamos la fiesta de nuevo. 
Este ciclo se repitió a la caída del Sha de Irán en 1979 y se volvió a repetir con la recuperación de las economías del Sureste Asiático y con el crecimiento de dos nuevos consumidores de petróleo (India y China) durante el gobierno de Hugo Chávez. 
Lo dramático del modelo es que solo se puede sustentar con un aumento creciente de gasto público. Es decir, aunque los precios del petróleo se mantengan altos, si se estabilizan el modelo colapsa, como lo vemos ahora. 
Fue el modelo rentista el que provocó la caída de la República Civil, mal llamada IV República. Mientras los precios del petróleo subían el país votaba masivamente por los responsables de repartir la renta petrolera y así AD y Copei sacaban 90% de la votación popular. Pero los precios del petróleo no solo dejaron de subir, sino que fueron bajando hasta que llegaron a estar por debajo de 10. El colapso del modelo económico arrastró al sistema político completo. 

Los 40 años de República Civil representaban los mejores años de Venezuela y los de mayor progreso. Reto a que me lo comparen con cualquier periodo previo de nuestra historia, pero lo cierto es que el manejo de la renta petrolera fue equivocado y terminó generando un par de cánceres que nos acompañan hasta nuestros días: la corrupción y el populismo. 
Cuando se dispararon los precios en 1974, el presidente Carlos Andrés Pérez ofreció administrar la abundancia con criterio de escasez. Al terminar ese gobierno su sucesor, Luis Herrera Campins, con una de esas frases que lo hacían único, señaló: “CAP nos prometió manejar la abundancia con criterio de escasez y la terminó manejando con escasez de criterio”. La misma escasez con la que se ha manejado la abundancia en todos los gobiernos a partir de ahí. Por cierto, tenemos que reconocer que en esta materia, este gobierno se lleva todos los premios.
En los últimos 40 años hemos despilfarrado una renta petrolera que tendría que haber servido como palanca para el desarrollo de una economía moderna que garantizara oportunidades para todos. 
El fracaso del modelo llevó a millones de venezolanos a apostar al cambio radical que ofreció Hugo Chávez, pero el cambio no se produjo, todo lo contrario, se profundizaron las perversiones del modelo, se distribuyó la renta petrolera, esta vez más abundante, y estamos a las puertas de un nuevo colapso. 
El tema no es cambiar al Gobierno, es cambiar el modelo porque si no lo hacemos se seguirán presentando las condiciones para que ofertas populistas se hagan populares y vivamos recurrentemente en medio de crisis políticas. 
En un esfuerzo por poner en la agenda una discusión abierta y profunda sobre el modelo económico que queremos para nuestro país, un grupo de venezolanos hemos creado un espacio llamado “Punto de Encuentro”. Es una plataforma que busca congregar a todas las personas e instituciones que a lo largo del país estamos estudiando los problemas de Venezuela y planteando propuestas para resolverlos. 
El trabajo lo iniciamos con un foro con el economista Pedro Palma titulado: ¿Cómo salir de la crisis? y estamos conformando cinco mesas de trabajo para atender el tema económico: Macroeconomía, petróleo, empresas básicas, producción y comercio y seis para el tema social: Empleo, seguridad social, educación, salud, vivienda y servicios públicos. 

La idea es poner todo el talento que existe en el país en función de diseñar un modelo alrededor del cual podamos construir un gran acuerdo nacional que le dé la fuerza necesaria para llevarlo adelante y así lograr una economía moderna que genere riqueza y empleo y una sociedad donde predomine la paz, la justicia, el diálogo civilizado, el respeto a la Constitución y al Estado de Derecho y la promoción de consensos fundamentales que nos aseguren el progreso de todos, de los 30 millones de venezolanos.

pfernandez@ifedec.com


@pedropabloFR



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