Víctor José López
SI HAY salidas constitucionales. Para salir
de la pesadilla que vivimos, no es necesaria una acción golpista, un proyecto
terrorista o una asonada militar.
Las puertas, para la salida, están a la vista. La claridad de los artículos
constitucionales que se refieren a la Renuncia del Presidente de la República,
la destitución por Referendo Popular y la Constituyente señalan el camino
expedito para el rescate de la normalidad en Venezuela.
Son ventanas amplias, luminosas y muy
claras en los artículos 71 y 72 referido al Referendo Popular, la Renuncia
del Presidente, artículo 233; y el artículo
347 en el que se autoriza al pueblo de Venezuela como “depositario del poder
constituyente originario y que tiene autoridad para convocar una Asamblea Nacional Constituyente, con el objeto de transformar el Estado, crear
un nuevo ordenamiento jurídico para redactar una nueva Constitución.
El régimen, con sus voceros militares que
se han encargado de aterrorizar y de hacer bulla para desconcertar, se ha
convertido en una carreta vacía que transita un camino lleno de piedras y de
huecos. Por eso, por estar vacía, crujen sus ruedas y chillan sus tablas
provocando ruidos sin mensaje.
La salida de Nicolás Maduro y de todo el
tren de funcionarios incapaces e ineptos que desde el Poder Ejecutivo han arruinado a la nación, es urgente. Como lo
es rescatar los la independencia y
autonomía de cada uno de los Poderes
Públicos, y de una vez por todas hacer de la Asamblea Nacional la tribuna de los auténticos representantes que
el pueblo eligió, desenmascarando al cabo de presos que conduce sus destinos.
No hay que temer, los Estudiantes tienen razón. Los Estudiantes
protestan pacíficamente y el régimen los reprime con bandas de facinerosos armados con las Armas de la República que los
soldados de la Patria, en traidora acción histórica depusieron ante invasores
extranjeros.
La salida, es rescatar la soberanía y la constitucionalidad.
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