No hay que ser liberal para observar que el socialismo real ha
fracasado rotundamente en donde quiera que se ha ensayado No hay que ser marxista
para darse cuenta de que el capitalismo no resuelve el tema de la distribución
equitativa de la riqueza y de las oportunidades.
No
hay que ser liberal para observar que el socialismo real ha fracasado
rotundamente en donde quiera que se ha ensayado. Prueba de ello, el colapso de
la Unión Soviética y de los países satélites de Europa del Este, la conversión
de China a un capitalismo autoritario y los casos emblemáticos de Cuba y de
Venezuela.
Frente
a esas dos realidades, la democracia cristiana alemana, bajo el liderazgo de
Konrad Adenauer, promovió la tesis de la economía social de mercado, que supera
las limitaciones de las dos propuestas anteriores, capitalismo y socialismo, y
se fundamenta en principios que logran armonizar la eficiencia económica,
propia del capitalismo, con la solidaridad y la justicia social, poniendo a la
persona humana como centro del desarrollo y de la actividad económica.
Alemania quedó devastada después de la guerra mundial. Sin embargo, al cabo de poco tiempo, ya se hablaba del milagro alemán. Pocos años después del cataclismo, ya Alemania se convertía en una economía próspera que aseguraba un nivel de vida cada vez más satisfactorio a todos los ciudadanos de ese país. Tanto fue el éxito de la economía social de mercado que en poco tiempo se expandió por otros países del continente europeo.
Además, el Partido Socialdemócrata Alemán, que representa la alternativa frente a la Democracia Cristiana, terminó renunciando formalmente a su fundamentación marxista y asumiendo la propuesta de economía social de mercado como política de los gobiernos que han dirigido.
Alemania quedó devastada después de la guerra mundial. Sin embargo, al cabo de poco tiempo, ya se hablaba del milagro alemán. Pocos años después del cataclismo, ya Alemania se convertía en una economía próspera que aseguraba un nivel de vida cada vez más satisfactorio a todos los ciudadanos de ese país. Tanto fue el éxito de la economía social de mercado que en poco tiempo se expandió por otros países del continente europeo.
Además, el Partido Socialdemócrata Alemán, que representa la alternativa frente a la Democracia Cristiana, terminó renunciando formalmente a su fundamentación marxista y asumiendo la propuesta de economía social de mercado como política de los gobiernos que han dirigido.
Todo
esto lo digo porque, en el diálogo entre Gobierno y oposición que tuvo lugar en
Miraflores, el presidente Maduro, en su intervención final, recordó que cuando
fui candidato a la presidencia de la República, en 1988, planteé la necesidad
de rectificación y le propuse al país asumir el modelo de economía social de
mercado para garantizarle a Venezuela una economía moderna y oportunidades de
progreso y bienestar para todos sus ciudadanos. De haber triunfado esa
propuesta, estoy seguro de que Venezuela sería hoy un país próspero y sus
habitantes estaríamos felices.
Seguiremos conversando.
@efernandezve
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