Propósito de enmienda
Luis Ugalde
En esta crisis tan profunda quien debe encabezar la rectificación es el
gobierno, cuyas políticas erradas y anticonstitucionales han puesto al país al
borde del abismo y con la violencia desatada. Venezuela no tiene salida, ni
puede ser reconstruida sin la contribución de ambas mitades, lo que requiere
reconocimiento mutuo y colaboración para un bien superior. Luego de los hechos
trágicos y delitos armados de estos días, no puede haber un diálogo sincero y
constructivo sin signos previos elocuentes de la voluntad de rectificación, de
“propósito de enmienda”, indispensables para perdonar e iniciar una nueva vida.
Quien gobierna debe desactivar la violencia y dar señales iniciales de
rectificación para que su invitación al diálogo a aquellos que
demonizó como traidores a la patria, pueda ser tomada en serio, pues hay
antecedentes de “diálogo” como “show” publicitario y para dividir a la
oposición.
DIÁLOGO. Parece bien que unos hayan aceptado acercarse a la Conferencia de Paz y
en él primer acto hayan dicho con libertad lo que es necesario. También es una
buena contribución que otros se nieguen, por ahora. Para la dirigencia política
más representativa resulta cínica la invitación a un diálogo en plena
persecución de líderes de Voluntad Popular, injusta y arbitraria prisión de
Leopoldo López, en medio de asesinatos, maltratos y torturas a los estudiantes
detenidos, que manifestaban legítimamente. Venezuela y el mundo han visto las
bandas armadas preparadas para tocar la marcha fúnebre pin pan pun, con apoyo
del gobierno y bajo la batuta de éste. Para dialogar hay que ir a la
casa común de la Constitución, restituyendo principios y normas
constitucionales; Miraflores, si no rectifica, es la casa de un partido en
violación de la Constitución.
VIOLACIONES Y CAMBIOS. Hay violaciones circunstanciales muy graves, como
los asesinatos que hemos visto en videos, a pesar de la orden de ocultarlos y
la prohibición a las televisoras nacionales e internacionales de mostrar lo que
sucede. Más grave aún, hay violaciones sistemáticas de la
Constitución, como políticas del gobierno, pues considera (y con razón) que
esta Constitución en definitiva es “liberal-burguesa” y con ella no se puede
hacer una revolución totalitaria a la cubana. Hace siete años, cuando los
cambios constitucionales “revolucionarios”, fueron derrotados en Referéndum,
decidieron imponerlos “de facto”: es antirrevolucionaria la “burguesa” división
de poderes (la han eliminado); la Fuerza Armada debe ser ”revolucionaria”
militante (ya la han impuesto); se necesitan bandas gobiernistas paramilitares
para emergencias y trabajos sucios (están actuando); la empresa privada es
explotadora en esencia y debe desaparecer (la van ahogando); la educación y los
medios de comunicación social deben estar en manos del gobierno-partido (
avanzan decididamente).
Si el diálogo es un medio para ganar tiempo, apagar las protestas en la
calle y luego seguir el mismo camino, no hay rectificación y el show de paz es
una simple trampa propagandística. Si la intención es otra, hay que dar
prendas de garantía de ello. Asistí en 2003 en el Hotel Meliá – por encargo
episcopal- al acto final -presidido por Chávez, Gaviria y Carter- de un proceso
de diálogo, que de nada sirvió. En mi única intervención le dije al
Presidente ”temo que en Venezuela terminemos haciendo la política en
los cuarteles”. Con habilidad y buscando impresionar a los buenos-oficiantes,
respondió: “Padre, usted comprenderá que de cuarteles yo sé más que usted. Yo
le garantizo que los cuarteles no serán politizados”. Y cumplió: no politizó
los cuarteles, sino que acuarteló la política, que es peor; eso es este
gobierno militar-cívico.
¿PROPÓSITO DE ENMIENDA? Empresarios significativos asistieron a la Conferencia de Paz y
pidieron crear una Comisión de la Verdad Económica, sin disfraces.
Puede ser una señal positiva de rectificación y esperanza que el Presidente se
siente con los estigmatizados como criminales, sentenciados a muerte lenta
(extinción de la empresa privada) en espera de la fecha de su ejecución final.
Lo económico no puede esperar, pues el desabastecimiento y la inflación
encienden el malestar social. Sin dólares, ni pago de deudas, ni trámites ágiles,
ni estímulos a la inversión privada con creatividad y productividad, es
imposible no hundir al país. Con un mes de demora, puede perderse el
gobierno.
La jerarquía católica asistió a Miraflores en tono discreto y ofreció sus
buenos oficios, si las partes lo desean. Los representantes de la Iglesia no
quieren ser manipulados, ni cómplices de una nueva frustración, si falta
verdadero propósito de enmienda en el gobierno, pero tampoco
se puede presuponer que éste no exista. Siempre habrá en ambos lados gente que
no acepte ninguna forma de diálogo, sino la eliminación del otro... No
es el camino.
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