¿Qué hacer?
EDUARDO FERNÁNDEZ
El
Gobierno tendría que asumir cambios radicales tanto en sus políticas como en
los equipos humanos que se requieran para la gran rectificación
La respuesta es muy sencilla: o el Gobierno cambia o
cambiamos al Gobierno. Tan simple como eso. Examinemos cada opción: parece poco
probable que el Gobierno cambie. Tendría que reconocer que el modelo fracasó,
una vez más, y que los resultados son demasiado evidentes para ocultarlos:
estancamiento económico, inflación, desabastecimiento, empobrecimiento, desempleo,
deterioro del poder adquisitivo, endeudamiento, agotamiento de las reservas
internacionales, debilitamiento del bolívar, inseguridad y un largo etcétera
político, económico y social.
El Gobierno tendría que asumir cambios radicales tanto en
sus políticas como en los equipos humanos que se requieran para la gran
rectificación. Por eso considero poco probable que el Gobierno cambie, pero no
descarto esa opción. ¡Ojalá se produzca!
La otra alternativa, que cambiemos el Gobierno, tiene una
disyuntiva. Cambiarlo por las buenas, es decir, con apego a lo que dice la
Constitución o cambiarlo por las malas, es decir, apelando una vez más a la
Fuerza Armada que ha sido tradicionalmente el árbitro que quita y pone
gobiernos desde que somos nación independiente.
Esta última opción me parece poco probable, a partir de
la muy pobre información que tengo de lo que ocurre en el seno de la
institución castrense. Pero, además, la considero absolutamente indeseable. He
soñado toda mi vida con vivir en una Venezuela que sea una República civil en
la que los gobiernos se elijan y se renueven por la fuerza de los votos y no
por la fuerza de las armas.
Nos queda entonces cambiar al Gobierno por una cualquiera
de las varias vías previstas en el texto constitucional. Para utilizar
cualquiera de ellas es indispensable terminar de construir una sólida mayoría
popular que se convierta en una alternativa digna de la confianza de la mayoría
de los venezolanos. No digo de la mayoría de los opositores actuales, digo de
la mayoría de los venezolanos.
Construir esa mayoría sólida requiere un mensaje que
interprete cabalmente las aspiraciones de la mayoría de los venezolanos. Una
organización eficiente que permita llegar a toda la geografía física y social
de Venezuela y una estrategia inteligente e inclusiva.
Seguiremos conversando.
@efernandezve
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