NO, NO ES
SOLO EL CHAVISMO
Santiago José
Guevara García
sjguevaragarcia@gmail.com / @SJGuevaraG1
Antes de Chávez hubo una “matriz de ideas, modos
y prácticas inapropiadas (en) toda nuestra historia y (una) democracia fallida
–sí, fallida- (…), con su imaginario asociado”.
La devastación del país y sus instituciones y el
militarismo derivados de la independencia produjeron muchos más años de
gobiernos de militares que de civiles. Y un país pobre. Lo fuimos hasta la
tercera década del siglo XX.
El petróleo, en ese contexto, generó enseguida
una sociedad rentista. La “maldición de los recursos” es más instituciones
débiles que otra cosa. De poco sirvieron las ideas de Adriani y otros, para la
efectiva eclosión de un país productivo. Era –y aún es- el mundo de los grupos
de intereses especiales. Que mediatizaron la democracia.
Sin embargo, había nacido con muy buen material
genético. Los jóvenes, estudiantes y la maceración de las ideas de Betancourt,
como nombre destacado, no pudieron cimentar un proyecto democrático sostenible.
El modelo nunca hizo explícito su proyecto de largo plazo. No oyeron a Picón
Salas.
DR. RAFAEL CALDERA |
Sostengo la tesis –en contra de lo tanto dicho-
de que el ciclo democrático iniciado en el ’58 se hizo regresivo desde el
primer gobierno de Caldera. Luego, no hay que argumentar sino que nombrar
evidencias. Los cuarenta años no valen lo mismo. No todos son defendibles.
Ese ciclo involucionó a un nuevo totalitarismo
con Chávez. O sea, que la democracia que tuvimos no solo no consolidó, sino que
fracasó. Toca redefinirla. En el ideario, para ir a un nuevo imaginario.
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