LUCHA DE PAÍSES
Santiago José Guevara
García
sjguevaragarcia@gmail.com / @SJGuevaraG1
Sí, son al menos tres países. No son
lo mismo uno autoritario militarista, uno comunista, u otro democrático. Son
cosas distintas.
El maestro Carrera Damas ha
insistido en su visión de la historia política nacional como una lucha entre un
Proyecto Liberal Democrático y uno Liberal Autoritario; ahora un “genuino
militarismo”, dentro del bolivarianismo-militarismo.
Pero, en estos tiempos castristas,
uno puede hablar, sin error, de un proyecto neo-comunista, siervo del Foro de
Sao Paulo, en una absurda sumisión a Cuba, y reo de una geopolítica iconoclasta
(por no decir más), en la cual participan también Brasil, China, Rusia,
Bielorrusia, los otros países de la ALBA, etc.
Y junto con lo anterior, como
degradación del proyecto democrático, uno podría también referir un Proyecto
Liberal Democrático limitado, matizado por el estatismo.
Varios países distintos, entonces,
en el imaginario político venezolano. Los venezolanos, pues, tienen más de una imagen en mente al pensar el
país. Saberlo es parte del diagnóstico necesario. De obligada consideración en
el esfuerzo de comprender bien el país y pensarlo a futuro.
Al respecto, nosotros tomamos
posición. Optamos por una democracia liberal, con reconocimiento de los papeles
más modernos (no intervencionistas) del Estado y una ciudadanía que participa
institucionalmente. Es nuestra concepción del país de mañana. Me gusta llamarla
Economía Mixta avanzada. Es una democracia ciudadana y no de ningún grupo de
intereses, incluidos los partidos.
No ponemos las cosas fáciles con lo
dicho. En la democracia aún primitiva del país, reinan los partidos e intereses
asociados, no los ciudadanos. Eso debe cambiar. Y conozco la solución: la
institucionalización avanzada. Como en el viejo dicho según el cual, “dónde
manda capitán, no manda marinero”, nosotros decimos: “dónde hay instituciones
firmes, no hay arbitrariedad ni discrecionalidad que valga”.
Estas últimas son los dinosaurios de
los que debería preocuparse la dirigencia democrática nacional. Como ven, la
nuestra es una opción por la modernización más avanzada, avalada por la
investigación económica más moderna.
¿Que hay mucho que debatir sobre el
paso de la Venezuela actual a una de vanguardia? Pues, claro. El país tiene que
acostumbrarse a las prácticas de los buenos diagnósticos, la conceptualización,
el análisis comparativo (¡cómo disgusta a muchos!), los ejercicios
prospectivos, las formulaciones estratégicas, el arte del buen gobierno, etc.
Nadie ha dicho que al paraíso se
llega sin ganárselo. La democracia plena y la prosperidad requieren esfuerzo.
Hasta ahora todo ha sido relativamente fácil. Pero, los resultados no son los
mejores ¡Luchemos por un país de avanzada!

No hay comentarios:
Publicar un comentario