Blog de Víctor José López /Periodista

miércoles, 29 de enero de 2014

Santiago Guevara PENSAR OTRO PAÍS LUCHA DE PAÍSES



LUCHA DE PAÍSES
Santiago José Guevara García
sjguevaragarcia@gmail.com / @SJGuevaraG1

Sí, son al menos tres países. No son lo mismo uno autoritario militarista, uno comunista, u otro democrático. Son cosas distintas.
El maestro Carrera Damas ha insistido en su visión de la historia política nacional como una lucha entre un Proyecto Liberal Democrático y uno Liberal Autoritario; ahora un “genuino militarismo”, dentro del bolivarianismo-militarismo.
Pero, en estos tiempos castristas, uno puede hablar, sin error, de un proyecto neo-comunista, siervo del Foro de Sao Paulo, en una absurda sumisión a Cuba, y reo de una geopolítica iconoclasta (por no decir más), en la cual participan también Brasil, China, Rusia, Bielorrusia, los otros países de la ALBA, etc.
Y junto con lo anterior, como degradación del proyecto democrático, uno podría también referir un Proyecto Liberal Democrático limitado, matizado por el estatismo.
Varios países distintos, entonces, en el imaginario político venezolano. Los venezolanos, pues,  tienen más de una imagen en mente al pensar el país. Saberlo es parte del diagnóstico necesario. De obligada consideración en el esfuerzo de comprender bien el país y pensarlo a futuro.
Al respecto, nosotros tomamos posición. Optamos por una democracia liberal, con reconocimiento de los papeles más modernos (no intervencionistas) del Estado y una ciudadanía que participa institucionalmente. Es nuestra concepción del país de mañana. Me gusta llamarla Economía Mixta avanzada. Es una democracia ciudadana y no de ningún grupo de intereses, incluidos los partidos.
No ponemos las cosas fáciles con lo dicho. En la democracia aún primitiva del país, reinan los partidos e intereses asociados, no los ciudadanos. Eso debe cambiar. Y conozco la solución: la institucionalización avanzada. Como en el viejo dicho según el cual, “dónde manda capitán, no manda marinero”, nosotros decimos: “dónde hay instituciones firmes, no hay arbitrariedad ni discrecionalidad que valga”.
Estas últimas son los dinosaurios de los que debería preocuparse la dirigencia democrática nacional. Como ven, la nuestra es una opción por la modernización más avanzada, avalada por la investigación económica más moderna.
¿Que hay mucho que debatir sobre el paso de la Venezuela actual a una de vanguardia? Pues, claro. El país tiene que acostumbrarse a las prácticas de los buenos diagnósticos, la conceptualización, el análisis comparativo (¡cómo disgusta a muchos!), los ejercicios prospectivos, las formulaciones estratégicas, el arte del buen gobierno, etc.

Nadie ha dicho que al paraíso se llega sin ganárselo. La democracia plena y la prosperidad requieren esfuerzo. Hasta ahora todo ha sido relativamente fácil. Pero, los resultados no son los mejores ¡Luchemos por un país de avanzada!

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