Blog de Víctor José López /Periodista

domingo, 29 de septiembre de 2013

MARIANA RONDÓN Directora de ‘Pelo malo’


«La superficialidad favorece al poder»
EL MUNDO. DOMINGO 29 DE SEPTIEMBRE DE 2013


Mariana Rondón, de Barquisimeto, logró lo increible: que todo el juradod se pusiera de acuerdo


Cuenta Mariana Rondón (Barquisimeto, Venezuela, 1966) que por San Sebastián, todo. Y todo incluye rechazar ir al festival de Venecia y acudí al de Toronto con «mucha precaución». «Pedimos permiso antes a Rebordinos», recuerda con una sonrisa que no hay forma de disimular.
El sacrificio, por así decirlo, tiene ahora recompensa. La directora venezolana ha conseguido la Concha de Oro en la que hace su tercera película, Pelo malo, un duro retrato de una sociedad homófoba y violenta.
Pregunta.– De repente, Venezuela no se apea de la primera página de los periódicos...
Respuesta.– Esta película no está hecha al margen de mi país. La
cinta está rodada con la angustia y el dolor que ahora estamos viviendo por culpa de una sociedad extremadamente polarizada. Todo en Venezuela, de uno y otro lado, se hace y se piensa contra alguien. Tienes la sensación de que algo está a punto de pasar por culpa de una intolerancia increíble. No hay ningún respeto por las diferencias.
P.– ¿Considera que su cine tiene una intención política?
R.– No siento la obligación de hacer cine político, pero es cierto que siento que ahora mismo no me
queda más remedio. Es una cuestión si se quiere personal. Cualquier película es un reflejo de lo
que vives. Y, desde este punto de vista, todo cine es político.
P.– ¿También es política la obsesión por los concursos de belleza que se ve en la película?
Samuel Lange, el niño artista,la directora Mariana Rondón y la actriz Samantha Castillo en la presentación de "Pelo Malo" en San Sebastián (Efe)

R.– Alguien dijo que el PIB de Venezuela se mide por la cantidad de queratina, un producto para alisar el
pelo. La violencia se ejerce a muchos niveles y esa convención de que hay que ser Miss a cualquier precio es, de algún modo, una forma de violencia de mi país. Hay dos ideales que son lo mismo: el ideal militar y el ideal de Miss Venezuela; el de la testosterona y el de la silicona. Y los dos están muy presentes y son igual de opresivos. Es un imaginario machista, homófobo e implantado.
P.– ¿Y cuáles serían las raíces de estos supuestos ideales?
R.– La superficialidad siempre conviene al poder. Sea cual sea el signo político. El poder no conoce ideologías. Se tiene más poder cuanto más ignorancia hay.
P.– La película, sin embargo, evita cualquier mención explícita tanto a Chávez como a su sucesor Maduro, ¿por qué?
R.– Creo que la película es muy directa puesto que habla de cómo la ideología dominante se ha instalado en las casas, en las mentes de la gente. Eso es lo que me interesaba resaltar y la crítica a lo que está ocurriendo está ahí.
P.– Pero se corre el peligro de no señalar a ningún responsable...
R.– Ése es precisamente el problema y la forma de razonar del poder. Nos pasamos el tiempo inventando enemigos; haciendo las cosas contra los demás. De hecho, mi país ha dejado de ver contrarios políticos, que es lo que la vida cívica reclama, para haber sólo enemigos. La política ahora es sólo un acto de guerra. Y contra eso habla mi película.
OJALÁ Y OLIVER STONE FUERA A MI CASA PARA QUE CONVERSÁRAMOS

P.– ¿Qué siente al escuchar a gente como Oliver Stone que dice que el futuro de Sudamérica pasa
por el chavismo?
R.– Yo le diría a Oliver Stone que viniera a mi casa y que nos sentáramos a hablar. Lo que no quiero esenfrentarme a nadie, ni siquiera a Stone. Ese es el problema: necesitamos encontrar un punto de equilibrio en el que todos nos respetemos. 
P.– Hitchcock advirtió del problema de trabajar con niños...
R.– Es perfecto [se ríe]. Los niños son de una inteligencia virtuosa. Tienen claro lo que ellos son y lo que es su personaje.

RAFA RIVAS / AFP

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