“no vuelvo a votar
porque nos roban las elecciones”
La tenacidad en la adversidad
es una característica que no está generalizada en nuestro medio. Al primer contratiempo tenemos la
tendencia a “tirar la toalla” o echarle la culpa a otros. Así, muchos de buena
fe dicen “ya no marcho más porque eso no conduce a nada”, “no vuelvo a votar
porque nos roban las elecciones”,
“el régimen se mantiene por culpa de la MUD”. También hay quienes son
indolentes ante las injusticias, no importándoles si hay presos políticos,
exiliados o discriminaciones de cualquier índole.
En Venezuela hemos tenido
dictaduras feroces como las de Juan Vicente Gómez y la de Pérez Jiménez, así
como democracias imperfectas en donde también se han violado los derechos
humanos y, últimamente, un régimen totalitario adaptado al siglo XXI que no
solo encarcela y exilia, sino que controla todos los poderes del Estado y
pretende eliminar a gran parte del sector privado. Afortunadamente, en todos estos lamentables episodios
algunos hombres y mujeres han enfrentado valientemente los atropellos. Ruíz Pineda, Pinto Salinas, Droz
Blanco y otros cientos cuando
Pérez Jiménez.
La mujer venezolana siempre
ha estado presente en estas luchas.
En la penúltima dictadura aguerridas activistas como Clarisa Sanoja e
Isabel Carmona. En tiempos del neototalitarismo rojo Maritza Ron y Evangelina
Carrizo dieron su vida por protestar las trampas electorales. Estrella
Castellanos, Malvina Pesate,
Elinor Montes y Afiuni sufrieron agresiones físicas. Otras distinguidas
damas pagan con el exilio su
enfrentamiento al régimen.
Juan Carlos Sánchez y López
Castillo fueron asesinados, al igual que 19 ciudadanos el 11 de abril
2002. La cárcel fue el precio que
pagaron numerosos venezolanos por disentir del régimen y suman cientos los exiliados,
entre ellos mis compañeros Horacio
Medina, Juan Fernández, Lino Carrillo, Edgar Paredes, Juan Santana y Edgar Quijano. Esto demuestra que esta es una
sociedad indoblegable ante los autoritarismos. Ciertamente a veces la vida parece transcurrir normalmente,
como se aprecia en el excelente documental “Tiempos de dictadura” de Carlos Oteyza, pero a la par de
muchos indolentes hay otros que no se rinden.
Estos reflexiones vienen a mi
mente con motivo de cumplirse ayer cien años del nacimiento del coronel Edito
Ramírez, quien salió al exilio dorado en 1946 por manifestar su desacuerdo con
el sectarismo gubernamental, estuvo exiliado y fue objeto de dos intentos de
asesinato en el exterior durante la dictadura de Pérez Jiménez y pasó cinco años presos en el gobierno
de Betancourt. Siempre tenaz en la adversidad e inconforme ante la injusticia.
Como humano mi padre cometió errores, pero en su vida pública actuó con total desprendimiento sacrificando su bienestar personal,
siempre se opuso a las arbitrariedades de los gobiernos y pasó sus últimos años
batallando en contra de las dificultades de la agricultura venezolana. Nos
sentimos orgullosos de su legado.
Como en botica: La
“investigación” de la tragedia de Amuay por Pdvsa tiene carácter incestuosa y
no desmiente el informe técnico presentado por calificados expertos de COENER.
Los saboteadores son quienes no mantienen las instalaciones. ¡No más prisioneros políticos, ni
exiliados!
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