En
la segunda mitad de la década de los años 60, se presentó al Estadio
Nacional ¨Brígido Iriarte un joven cumanés cargado de ilusiones y
esperanzas. Su objetivo era transformarse en un atleta destacado que le
permitiera representar a su país en competencias internacionales.
Así
comenzó Nelson Augusto Rodríguez Freites su transitar por el mundo
deportivo. Para ese entonces, su contextura física era de extremada
delgadez y cada vez que participaba en su distancia preferida los 400
metros planos, sus compañeros del equipo ¨UNION¨ al verlo correr
expresaban que parecía a un ¨fosforito¨ ya que solo destacaba en la
pista, su cuerpo delgado y su cabeza. Ese apodo vino a ser su segundo
nombre (¿o quizás el primero?) para el resto de su vida. Posteriormente,
la manera como discutía para defender sus ideas o rebelarse contra las
injusticias, consolidó por siempre el nombre de ¨FOSFORITO¨.
El
atletismo fue el alma de su vida, a él, se entregó por completo. Su
experiencia como atleta los llevo a inscribirse en el Escuela Nacional
de Entrenadores Deportivos (ENED) de donde egresó en 1970 con el título
de Entrenador de Atletismo que siempre exhibió con profundo orgullo.
Durante sus estudios propició la fundación del Centro de Estudiantes de la ENED siendo él su primer presidente.
Los
acontecimientos mundiales conocidos como: El Mayo Francés, la protesta
del Black Power en los Juegos Olímpicos de México y el boicot de los
países africanos contra el APARTHEID en Sudáfrica, motivaron en él la
necesidad de prepararse cada vez más para así tener una visión integral
del acontecer deportivo nacional e internacional.
Por
estas razones no vaciló ni un instante en acompañar a Carlos Sánchez en
el movimiento de re-estructuración del Colegio de Entrenadores, para
desde allí, impulsar las luchas reivindicativas por condiciones
laborales más justas y la inserción de los técnicos en la estructura
deportiva venezolana. De todos es conocido que el episodio más
significativo que marcó para siempre el papel de los entrenadores en el
deporte, fue la huelga de mayo en 1975, hito histórico en las luchas
gremiales del mundo entero y en ella Nelson fue uno de los coordinadores
principales de esa gesta.
En
los años sucesivos, participo plenamente en el proceso de
democratización de las federaciones deportivas, luchando en el frente
jurídico para lograr el derecho pleno de los entrenadores a ser
dirigentes deportivos. Lucha que alcanzó su máximo nivel cuando en 1980,
es electo como miembro del Comité Ejecutivo del Comité Olímpico
Venezolano y de la Federación Venezolana de Atletismo. En ambos
organismos, defendió su visión estratégica de “Un Deporte mejor en una
Sociedad Mejor”
Ese
andar permanente, lo llevo a ser miembro del Consejo Nacional del
Deporte, de la Comisión Permanente para la Reforma de Estado (COPRE).
También representó a Venezuela en la Cumbre de los Países No Alineados y
Altos Dirigentes del Área Deportiva celebrada en la Habana, donde
defendió magistralmente los valores de Democracia y Libertad como
fundamentos del desarrollo deportivo de un país.
Formó
parte de la Comisión Presidencial para el estudio de factibilidad del
Instituto Universitario del Deporte y ocupó el cargo de Asesor
Permanente de la Comisión de Juventud y Deporte de la Cámara de
Diputados del Congreso de la República para la promulgación de la Ley
del Deporte de 1995.
Además,
se desempeñó como docente en el área de Organización y Legislación
Deportiva en la ENED y en los estudios de post grado de la Universidad
Pedagógica Experimental Libertador (UPEL Maracay) y la Universidad
Nacional Experimental de los Llanos Ezequiel Zamora (UNELLEZ).
Asumió la representación laboral en el directorio del IND y la presidencia de la Caja de Ahorros del IND (CAPINDE).
Asistido
por los abogados Getulio Romero y Fabián Chacón, introdujo en la Corte
Suprema de Justicia un recurso en el que solicitaba que el Bono
Compensatorio formara parte del salario de los trabajadores, la Corte,
en una histórica decisión falló a su favor.
Así
mismo, fue el primer dirigente en introducir un Recurso de Amparo ante
los tribunales de la república para proteger los derechos de los
atletas.
Como
Presidente del Colegio de Entrenadores Deportivos de Venezuela (CEDV)
llevó sobre sus hombros lo concerniente al proceso de descentralización y
reestructuración del IND. Junto al ingeniero de PDVSA, presidente del
IND para ese entonces, Luis Cedeño Bond, logró establecer las Normas y
Procedimientos que regularían todo lo concerniente a la
descentralización institucional.
En su búsqueda de
nuevos horizontes, impulsó el Programa Nacional de Mejoramiento
Profesional, cuyo objetivo fundamental fue elevar el nivel académico de
los entrenadores para que prosiguieran sus estudios a nivel
universitario. Marcó el camino a seguir con su ejemplar conducta de
dedicación y esfuerzo permanente al obtener el título de abogado de la
república. Decenas de sus compañeros le secundaron y hoy son
profesionales universitarios en diferentes áreas.
A
nivel internacional, se hizo presente en un sin número de congresos
deportivos o científicos. Además fue designado Vice-presidente de la
Confederación Suramericana de Atletismo y representó a nuestro país en
diferentes ediciones de los juegos olímpicos, panamericanos,
centroamericanos, suramericanos, bolivarianos y campeonatos mundiales de
atletismo.
A tres años de su partida (2010-2013), su ejemplo como atleta, entrenador, dirigente,
docente, abogado, amigo, esposo y padre de familia esta por siempre
grabado en los corazones y pensamientos de los que como él luchan por un
deporte mejor en una sociedad mejor.
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