www.conexionRCL.com
![]() |
Consejo de Laicos y Conferencia Episcopal Venezolana califican de blasfemia a murales subversivos. |
Aparentemente, la enérgica protesta contra la blasfemia ha resultado en que estos cultivadores de la llamada “estética de la subversión” no manipulen imágenes religiosas durante la Bienal de Venecia, en un aparente triunfo puntual de la creciente presión pública.

“Cristianos indignados contra la blasfemia” es el nombre del grupo formado por representantes del Consejo de Laicos y de la Conferencia Episcopal Venezolana que rechazan los polémicos murales venezolanos que serían expuestos en la 55ª Exposición Internacional de Arte de la Bienal de Venecia, del 1° de junio al 24 de noviembre de este año.
Consejo Nacional de Laicos de Venezuela
El movimiento teme que los murales pintados en la parroquia 23 de Enero, en Caracas, cuyas imágenes retratan a un Cristo armado con una ametralladora y algunas efigies del Ché Guevara, puedan formar parte de esta muestra en Italia.
Juan Calzadilla, director de la GAN
Aunque aún no se ha precisado cuál será la propuesta venezolana, el curador de la exposición titulada Arte urbano. Una estética de la subversión, Juan Calzadilla, detalla que tres graffiteros pertenecientes a varios colectivos urbanos diseñarán tres murales de arte subversivo en presencia del público. También se expondrán seis videos sobre el trabajo realizado por estos artistas en Caracas.
El vocero del movimiento, Frank Bracho, califica a las imágenes de blasfemia porque mezclan los símbolos religiosos con “valores contradictorios con la fe”, y asegura que buscan incitar a la violencia. “Supuestamente los graffiti tienen libertad de expresión y es un acto popular, pero no vemos un planteamiento que hable de la ética. Esos graffiti tienen que tener un límite y un contexto ético mínimo de orden público. Todo derecho llega hasta donde no infringe los derechos de los demás”, dijo Bracho.
Una mirada polémica. Desde el año 2010, cuando se pintó el mural donde también aparece la Virgen María llevando en brazos una ametralladora, varios representantes religiosos manifiestan su preocupación por el irrespeto hacia la fe cristiana, avalado presuntamente por el Gobierno. “Se hacen la vista gorda o son cómplices de esos actos. Es deber del Estado respetar las religiones y no subvencionar actividades que las irrespeten”, puntualiza Bracho.
El empleo de imágenes religiosas desde una mirada “revolucionaria” no constituye una novedad. Ha sido bandera de guerrillas latinoamericanas o de grupos extremistas orientales, dijo el investigador especializado en arte público Humberto Valdivieso, que describió el graffiti político como panfletario, utilitario y comprometido con una ideología. “No está sometido a las leyes tradicionales del arte ni a las leyes de la urbanidad. Su esencia es la anarquía”, señala.
El investigador asegura que el graffiti constituye un discurso estético que busca retar y es inevitable que hiera sensibilidades de algunos grupos. “Bien sea político o no, nunca va a ser un discurso de consenso. Es una expresión que toma por asalto las calles, de forma creativa. No es un arte que pida permiso”, expresa Valdivieso.
Subversivos por naturaleza. No obstante, Valdivieso coincide con Bracho al afirmar que este tipo de manifestación debería tener un límite. “Que no comparta algo no quiere decir que ese algo tenga que desaparecer. Debo aceptar que está ahí. Todos tenemos cabida. No todo puede ser visto desde la confrontación polarizada y política en Venezuela”, advierte el investigador.
En defensa de estas manifestaciones callejeras, Calzadilla aclaró que los graffiteros “son subversivos por naturaleza” y que buscan ir contra la estética dominante del sistema capitalista. “Es perfectamente normal que haya grupos sensibles por estas imágenes. Lo que hacen estos artistas es lo que vemos en la calle, es algo que está hecho con muy buenas técnicas, con mucho oficio, con formación autodidacta”, afirma Calzadilla.
El también director de la Galería de Arte Nacional destacó el aporte que han hecho los colectivos venezolanos a favor del “grafitismo” mundial: “Ellos vieron lo que estaba pasando en Nueva York, en París, donde comenzó el movimiento, y empezaron a indagar en esa dirección”.
No se expondrán
El director de la Galería de Arte Nacional, Juan Calzadilla, aseguró que el mural del Jesucristo y la Virgen María armados en el 23 de enero no se expondrá en la 55ª Exposición Internacional de Arte de la Bienal de Venecia, en Italia, contrario a lo que se ha publicado en medios de comunicación y redes sociales.
Con relación a la preocupación que manifiestan grupos religiosos sobre estas imágenes, el poeta y artista negó que los colectivos que intervinieron los dos murales en Catia busquen incentivar a que la comunidad tome las armas. “Son muchachos muy jóvenes. Puede que cambien después y se conviertan en artistas de salas y de museo. Pero por ahora nadie les quita su derecho a pensar de ese modo”, indicó.
Dijo que la Fundación Museos Nacionales tiene la obligación de apoyar este tipo de propuestas “interesantes en materia de arte y no en materia política”. “Hay mucha gente que hace arte mural político que no tiene mucha calidad. Son cosas muy chabacanas”.
“En la bienal de Venecia de 1976, un venezolano que asistió lo que hizo fue presentar unas ratas que tiró por las cañerías y esa fue su participación”, dijo Calzadilla. “Eso que hacen los artistas, de presentar una imagen atrevida, se puede entender como algo meramente simbólico”.-
Alexandra Blanco/Andrea Montilla K. /elnacional.com /
No hay comentarios:
Publicar un comentario