VÍCTOR JOSÉ LÓPEZ
Era un tipo fanfarrón, inculto y prepotente el que iban a
coronar. Su intención era lucirse en el acto de su coronación, y por ello convocó a los mejores sastres
para hacerse un uniforme muy especial. Varios fueron los modistos que acudieron al mandato del soberano,
entre ellos un pájaro bravo, buen conversador y de mucha simpatía, que le
prometió al fanfarrón un traje mágico.
Un traje tan especial que no podrá ser visto por los necios,
solamente las personas inteligentes serán capaces de apreciarlo.
Cuando llegó el día de la coronación se organizó una gran
fiesta. Se reunieron las mejores orquestas, se sirvieron los mejores pasapalos
y se invitaron mandatarios y pleipotenciarios de todos los rincones.
En el momento indicado, apareció el heredero, y apareció
desnudo. Los asistentes, que no querían los tildaran de necios, aplaudieron
como focas cuando el príncipe apareció desnudo en pelota delante de todos. En su humillante sumisión no se habían
dado cuenta de la presencia de un niño
que gritó: ¡El rey está
desnudo!
Henrique descubrió ante todos que Nicolás es un mentiroso,
que es "Mentira Fresca".
Nicolás es el
príncipe desnudo, que pretende taparse imitando a Hugo en sus posturas
autoritarias, radicales dice él,
empostando la voz en discursos incoherentes. Hoy todos se han dado
cuenta que al morir Chávez, el chavismo quedó desnudo.
Nicolás Maduro
recurrió a los adulantes y les propuso hacerle un traje al chavismo vistiéndolo
con el más bizarro de los sincretismos religiosos. Se apuraron, lo canonizaron
a Hugo Chávez y lo sepultaron en el cuartel de sus fracasos militares, "El
Cuartel de la Montaña". Hasta han dicho que "hace milagros";
pero el rey está desnudo.
Maduro es la
farsa política, y ha quedado
desvestido de toda mentira que pretendía cubrirle, arroparle con ropajes de
liderazgo que se descubren cuando analizamos las cifras que
publica en su página el muy cuestionado CNE. Son cifras protestadas por
Henrique Capriles al solicitar el reconteo, mesa a mesa, del proceso electoral.
Nicolás Maduro en un arranque de furia incontenible prohíbe
la marcha de los venezolanos que exigimos el recuento de los votos con el
argumento que él es el Presidente de la República. Ignora el ilícito mandatario
que Caracas no le pertenece, la capital en su casco al que se distingue como el
Casco Histórico de la ciudad votó por Capriles Radosky.
Nicolás Maduro perdió en Altagracia, La Candelaria,
Caricuao, El Junquito, El Paraíso, El Recreo, La Pastora y San José, San Juan y
Santa Teresa. ¿A qué Caracas se refiere Maduro? Porque en Chacao, Baruta, El
Hatillo, Petare, en los que se conoce como La Gran Caracas arrasó Henrique
Capriles.
Según estas amañadas cifras, que con el fraude tienen la
tendencia de favorecer al gobierno, Henrique Capriles también supera a Nicolás
Maduro en ocho estados, como son
Anzoátegui, Bolívar, Lara, Mérida, Mirada, Nueva Esparta, Táchira y Zulia.
Sin embargo, el teniente Diosdado Cabello, usurpador de un
poder supremo, desconoce el derecho y las funciones que el pueblo le otorgó a
los Diputados a la Asamblea Nacional. Diputados que fueron elegidos por el
pueblo, como lo fueron los que representan en el mismo foro al chavismo.
La actitud de Nicolás Maduro y de Diosdado Cabello es
contraria a la Constitución y al derecho que tiene el pueblo de Venezuela de
manifestar su disidencia, de protestar y de estar representado. Maduro y
Diosdado, actuando en funciones de comisarios políticos de un ramplón
stalinismo han anunciado el fracaso del chavismo con irracional actitud.
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