Caracas, 21 de agosto de 2012.
Licenciado
Ernesto Villegas Poljak
Venezolana de Televisión
Caracas.
Estimado Ernesto,
El equipo de producción de tu programa ha llamado a mi oficina
para invitarme a participar. He considerado sinceramente atender dicha invitación,
dada la estima personal y valoración profesional en que te tengo y, además, por
mis vínculos de afecto hacia VTV, los cuales no se extinguen por desacuerdos
con la línea de un gobierno o una directiva. Y finalmente, porque es mi derecho
dirigirme a los compatriotas que sintonizan esa señal. Sin embargo lamentó no
poder aceptar. Así te lo aviso y resumo mis razones.
Venezolana de Televisión es un canal muy diferente a cualquier
otro. Es la televisora del Estado, definido en la Constitución como “democrático
y social de derecho y de justicia”, cuyos valores son “la vida, la libertad, la
justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad
social” y propugna “la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el
pluralismo político”. Así que ese Estado es, por definición, de todos los
venezolanos, y lo mismo debe ser su empresa de televisión. Adicionalmente, VTV
recibe sus recursos del presupuesto con cuyo financiamiento contribuimos,
aunque sea modestamente, todos los ciudadanos cuando pagamos ISLR
periódicamente e IVA, en cada consumo que realizamos.
El caso es que la programación concreta de VTV y la concepción que
la nutre y guía están en absoluta contradicción con esos postulados y por
respeto a ellos, y a mí mismo, no podría prestarme a contribuir con una
apariencia divorciada de la realidad.
Sin contar los micros y piezas de propaganda, frecuentemente
irrespetuosos de la dignidad de las personas, los espacios de opinión, en los
cuales no escasean los elementos escatológicos, y aparte del uso de materiales
ilegales como grabaciones telefónicas, revisemos los informativos.
Tomando como muestra la última semana de julio y primera de
agosto, excluyendo a otros actores, la correlación de segmentos informativos
fue deCaracas, 21 de agosto de 2012.
Licenciado
Ernesto Villegas Poljak
Venezolana de Televisión
Caracas.
Estimado Ernesto,
El equipo de producción de tu programa ha llamado a mi oficina
para invitarme a participar. He considerado sinceramente atender dicha invitación,
dada la estima personal y valoración profesional en que te tengo y, además, por
mis vínculos de afecto hacia VTV, los cuales no se extinguen por desacuerdos
con la línea de un gobierno o una directiva. Y finalmente, porque es mi derecho
dirigirme a los compatriotas que sintonizan esa señal. Sin embargo lamentó no
poder aceptar. Así te lo aviso y resumo mis razones.
Venezolana de Televisión es un canal muy diferente a cualquier
otro. Es la televisora del Estado, definido en la Constitución como “democrático
y social de derecho y de justicia”, cuyos valores son “la vida, la libertad, la
justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad
social” y propugna “la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el
pluralismo político”. Así que ese Estado es, por definición, de todos los
venezolanos, y lo mismo debe ser su empresa de televisión. Adicionalmente, VTV
recibe sus recursos del presupuesto con cuyo financiamiento contribuimos,
aunque sea modestamente, todos los ciudadanos cuando pagamos ISLR
periódicamente e IVA, en cada consumo que realizamos.
El caso es que la programación concreta de VTV y la concepción que
la nutre y guía están en absoluta contradicción con esos postulados y por
respeto a ellos, y a mí mismo, no podría prestarme a contribuir con una
apariencia divorciada de la realidad.
Sin contar los micros y piezas de propaganda, frecuentemente
irrespetuosos de la dignidad de las personas, los espacios de opinión, en los
cuales no escasean los elementos escatológicos, y aparte del uso de materiales
ilegales como grabaciones telefónicas, revisemos los informativos.
Tomando como muestra la última semana de julio y primera de
agosto, excluyendo a otros actores, la correlación de segmentos informativos
fue de 73% para el actual Presidente y 27% para Henrique Capriles. En la misma
muestra, el tiempo dedicado al candidato a la reelección cuadruplica el
dedicado a Capriles. En cuanto a la valoración expresada en esos segmentos, en
el caso de Capriles es 67% negativa, 33% neutra y en ningún caso positiva,
mientras que para el actual mandatario es exactamente lo contrario.
Incluso en el programa que conduces, entre el lunes 2 de julio y
el 15 de agosto hubo treinta y ocho invitados, de los cuales solamente tres
fueron voceros de la Unidad, por cierto los únicos discrepantes de la línea
oficial. Un número equivalente a la mitad de los entrevistados escogidos entre
los asistentes internacionales a la reunión del Foro de Sao Paulo. Ellos, dicho
sea de paso, opinaron sobre política venezolana y en apoyo a las posiciones del
gobierno.
¿Cómo hago para ignorar todo eso y sentarme en tu programa como si
nada? No puedo, Ernesto, y así te lo comunico.
Muy atentamente,
(Fdo. Ramón Guillermo Aveledo)Caracas, 21 de agosto de 2012.
Licenciado
Ernesto Villegas Poljak
Venezolana de Televisión
Caracas.
Estimado Ernesto,
El equipo de producción de tu programa ha llamado a mi oficina
para invitarme a participar. He considerado sinceramente atender dicha invitación,
dada la estima personal y valoración profesional en que te tengo y, además, por
mis vínculos de afecto hacia VTV, los cuales no se extinguen por desacuerdos
con la línea de un gobierno o una directiva. Y finalmente, porque es mi derecho
dirigirme a los compatriotas que sintonizan esa señal. Sin embargo lamentó no
poder aceptar. Así te lo aviso y resumo mis razones.
Venezolana de Televisión es un canal muy diferente a cualquier
otro. Es la televisora del Estado, definido en la Constitución como “democrático
y social de derecho y de justicia”, cuyos valores son “la vida, la libertad, la
justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad
social” y propugna “la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el
pluralismo político”. Así que ese Estado es, por definición, de todos los
venezolanos, y lo mismo debe ser su empresa de televisión. Adicionalmente, VTV
recibe sus recursos del presupuesto con cuyo financiamiento contribuimos,
aunque sea modestamente, todos los ciudadanos cuando pagamos ISLR
periódicamente e IVA, en cada consumo que realizamos.
El caso es que la programación concreta de VTV y la concepción que
la nutre y guía están en absoluta contradicción con esos postulados y por
respeto a ellos, y a mí mismo, no podría prestarme a contribuir con una
apariencia divorciada de la realidad.
Sin contar los micros y piezas de propaganda, frecuentemente
irrespetuosos de la dignidad de las personas, los espacios de opinión, en los
cuales no escasean los elementos escatológicos, y aparte del uso de materiales
ilegales como grabaciones telefónicas, revisemos los informativos.
Tomando como muestra la última semana de julio y primera de
agosto, excluyendo a otros actores, la correlación de segmentos informativos
fue de 73% para el actual Presidente y 27% para Henrique Capriles. En la misma
muestra, el tiempo dedicado al candidato a la reelección cuadruplica el
dedicado a Capriles. En cuanto a la valoración expresada en esos segmentos, en
el caso de Capriles es 67% negativa, 33% neutra y en ningún caso positiva,
mientras que para el actual mandatario es exactamente lo contrario.
Incluso en el programa que conduces, entre el lunes 2 de julio y
el 15 de agosto hubo treinta y ocho invitados, de los cuales solamente tres
fueron voceros de la Unidad, por cierto los únicos discrepantes de la línea
oficial. Un número equivalente a la mitad de los entrevistados escogidos entre
los asistentes internacionales a la reunión del Foro de Sao Paulo. Ellos, dicho
sea de paso, opinaron sobre política venezolana y en apoyo a las posiciones del
gobierno.
¿Cómo hago para ignorar todo eso y sentarme en tu programa como si
nada? No puedo, Ernesto, y así te lo comunico.
Muy atentamente,
(Fdo. Ramón Guillermo Aveledo) 73% para el actual Presidente y 27% para Henrique Capriles. En la misma
muestra, el tiempo dedicado al candidato a la reelección cuadruplica el
dedicado a Capriles. En cuanto a la valoración expresada en esos segmentos, en
el caso de Capriles es 67% negativa, 33% neutra y en ningún caso positiva,
mientras que para el actual mandatario es exactamente lo contrario.
Incluso en el programa que conduces, entre el lunes 2 de julio y
el 15 de agosto hubo treinta y ocho invitados, de los cuales solamente tres
fueron voceros de la Unidad, por cierto los únicos discrepantes de la línea
oficial. Un número equivalente a la mitad de los entrevistados escogidos entre
los asistentes internacionales a la reunión del Foro de Sao Paulo. Ellos, dicho
sea de paso, opinaron sobre política venezolana y en apoyo a las posiciones del
gobierno.
¿Cómo hago para ignorar todo eso y sentarme en tu programa como si
nada? No puedo, Ernesto, y así te lo comunico.
Muy atentamente,
(Fdo. Ramón Guillermo Aveledo)
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