Blog de Víctor José López /Periodista

domingo, 26 de agosto de 2012

MARLENE CASTILLO Olla de grillos



Tipo Erika de la Vega

Tener un estilo sin duda hace la diferencia y puede ser el mejor camino hacia el éxito
 


Tipo Erika de la Vega
La animadora impresiona gratamente Foto:Archivo

Nadie llegó a ser grande imitando” es una frase que habla claro sobre el poder de la originalidad. La reflexión surge a propósito del trabajo que realiza Erika de La Vega en la televisión. Noche a noche, en su espacio “Erika tipo 11”(VV Plus), la animadora impresiona gratamente al mostrarse como una conductora distinta, que no sigue patrones preestablecidos sino que intenta ser, por encima de todo, ella: auténtica y original, derrochando talento, irreverencia , altas dosis de humor (algunas veces teñido de sarcasmo) y, sobre todo, con mucha inteligencia, esa que la lleva hasta a mofarse de ella misma en más de una ocasión . Sus monólogos no tienen desperdicio, cada noche surge un soliloquio sobre el tema de día, ya sea la Eurocopa, las olimpiadas o el Miss Venezuela; pero cuando no hay un evento puntual, sobran temas para desarrollar con un ingenio tal que allí no entra ni una palabra altisonante. Hay respeto hacia el público pero también creatividad y cuando ese elemento, unido al carisma, existe, no hay necesidad de recurrir al comodín de las malas palabras, recurso, por cierto, muy manido por muchos que realizan los tan de moda stand-up comedy.
 A Erika siempre la hemos visto divorciada de todo lo establecido, ella intenta ser distinta y lo logra; primero a dúo con Luis Chataing en “Ni tan tarde” (Televen) y ahora en solitario. Su irreverencia la lleva a no regirse por lo ya hecho sino a buscar caminos no tan transitados. “Ser original es, en cierto modo, estar poniendo de manifiesto la mediocridad de los demás”, dijo el escritor argentino Ernesto Sábato. Si se le consulta al respeto, quizás Erika dirá que ese no es su objetivo; sin embargo, cuando la escuchamos en sus reflexiones, refiriéndose y analizando hechos y personajes, sentimos que ella nos lleva a la comparación y por tanto la frase de Sábato le calza. Pero la vida impone retos y Erika fue convocada por Joaquín Riviera para animar la “Gala interactiva”. Sabiendo lo que la animadora piensa de ciertos eventos y de sus protagonistas, dudábamos que aceptara. Ella está muy poco asociada al protocolo que envuelve los concursos de belleza, al contrario, siempre ha sido muy crítica y mordaz. Pese a ello, aceptó y vestida por Ángel Sánchez, emperifollada y montada en esos altísimos tacones que tanto la angustian, ocupó un escenario donde creíamos estaría como “cucaracha en baile de gallina”. Pero no, de entrada marcó la diferencia; apoyada en su irreverencia, supo salir airosa, darle un soplo renovador al evento y a la vez no se traicionó. Al final, como en el “Juego de la Oca”, dijo -unida a Mariela Celis, que también lo hizo muy bien-: “lo logramos”.
 Es que Erika representa la nueva modalidad en la animación que impone ser más crítico, espontáneo e inteligente, y ese don de saber improvisar y moverse en distintas arenas, pisando no sobre huellas ajenas sino marcando las propias. Seguro Joaquín Riviera quedó más que satisfecho con el resultado que arrojó su experimento, al atreverse a confiar la conducción de una de sus galas a una persona ajena a esas lides, pero Erika ganó también al comprobar que sí pudo hacerlo, respetando el protocolo pero sin ceñirse totalmente a él, añadiéndole ese toque “tipo Erika”. Dijo la famosísima Ingrid Bergman: “Sé tú mismo, el mundo rinde culto a la originalidad”. ¡TAPADA LA OLLA!

No hay comentarios: