Maldad protagónica
Bárbara Mori, una mujer ambiciosa que, sabiéndose bella y sensual, renuncia al verdadero amor y usa sus recursos físicos para realizar su sueño |
Marlene Castillo
marlencas28@hotmail.es @marlenecastillo
Ya las protas de los tele dramáticos no cumplen aquellas exigencias de
bellas, buenas y virginales, además de sufridas pero honradas y siempre
dispuestas a poner la otra mejilla. Los valores de antes ya no son los de
ahora, hecho que lamentablemente vemos en los distintos ámbitos, observando con
tristeza que el “antivalor” gana espacio; pero como meternos en otros
“terrenos” sería caer en profundidades de las cuales se nos hará difícil
emerger, mejor vamos a enfocarnos a los teledramas. La telenovela ha sufrido
variantes, algunas muy buenas, pues nos hablan de que el género no se ha
estancado y evoluciona con el mundo, los personajes ya no son aquellos
irreales que ni siquiera iban al baño, y hoy abordan con naturalidad la
cotidianidad del telespectador. Pero hay cambios de cambios y ahora vemos
seriados de excelente factura donde, sin embargo, la cabeza de elenco, es
decir, la protagonista, es un ser malvado, inescrupuloso, arribista y con una
inteligencia brillante para lograr sus objetivos por vías nada licitas.
De esas “galanas villanas” recordamos a “Rubí” (Televisa), protagonizada
por Bárbara Mori, una mujer ambiciosa que, sabiéndose bella y
sensual, renuncia al verdadero amor y usa sus recursos físicos para realizar su
sueño. Esta novela tuvo su remake, “Teresa”, con Angelique Boyer. “Esa
hembra es mala/ esa hembra hace daño /esa hembra no quiere /esa hembra te
miente /esa hembra es mala/ trae veneno en sus labios su caricia es un insulto”,
rezaba el tema musical cantado por Gloria Trevi. En una sola estrofa
se resumen los “valores” que adornan a esas protagonistas que hoy nos
ocupan. Actualmente, nuestra pantallita muestra dos productos donde sus
pilares son mujeres perversas. “La Traicionera”, ( C-4), la historia de Renata
Medina (con la venezolanaMarianella González), quien lleva la venganza
como fin y no la frena nada ni nadie, asesina con la mayor sangre fría a quien
se interponga en su camino, pero a la vez tiene momentos de amor y dulzura.
A esa telenovela, Televen le salió al frente con “Deseos de mujer”
(Caracol TV). Va en la misma línea de “La traicionera”: una galana
inescrupulosa cuyas principales armas son la mentira y la ambición. Carina
Cruz interpreta a “Paloma” y su objetivo, contrario a Renata, no es la
venganza sino subir en la escala político-social, atrapando a Leonardo
Santander(Christian Meier) hasta convertirse en Primera Dama.
Codicia y vileza en límites impresionantes adornan a la protagonista. Esta
novela es un remake del exitoso dramático chileno “Primera dama”.
Viendo este nuevo modelo de galanas, se concluye que la telenovela ya no es
la de antes, acá se voltearon los roles, las villanas pasan a primer plano
convirtiéndose en galanas atípicas cuyo mayor atractivo no es su bondad sino la
ambición; lo peor del cuento es que igual que las de antes (las bobas, bonitas
y virginales) estas malucas enamoran y seducen al telespectador. Hay momentos
en que nos asombramos -¿sacando ese “villanito” que todos tenemos dentro?- al
vernos cómplices “ligando” que no las descubran. Lo aleccionador de estos
seriados es que al final la maldad no se lleva los laureles, esas protas
perversas reciben su castigo y terminan en el mismo punto de partida o ¡peor!
“La justicia tarda pero llega”, aunque para ver esa enmienda tengamos que
esperar 120 capítulos o más ¡TAPADA LA OLLA!
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