Sin ángel ni duende
marlencas28@hotmail.es @marlenecastillo
El ángel o el carisma es, indudablemente, la clave que abre las puertas del éxito a actores, políticos, empresarios y cualquier personaje público en general.
Es una suerte de don divino que todos quisieran tener, pero no siempre es así. Para quienes tienen la suerte de poseerlo, el ángel es algo innato, que encanta, enamora y no pocas veces suele desplazar hasta al mismísimo talento, al punto que hay actores de poco oficio o cantantes de condiciones precarias que logran el éxito por su atrayente encanto personal, mientras que otros que, a pesar de ser estudiosos y sumamente disciplinados, no pasan de ser profesionales “del montón”, o meros soportes de los que están tocados por la magia del carisma. No necesariamente hay que ser bello para poseerlo, pues hay feos que enganchan de entrada (y quienes lo duden, pregúntenle a Joselo, quizás el actor cómico más popular de todos los tiempos) y beldades tan frías como un témpano.
Se da también el caso de luminarias que gozan tanto de ingenio como de carisma. Es el caso de George Clooney, por solo mencionar a un internacional. Se inició interpretando a un mecánico, luego sobresalió en “ER” y hoy, devenido, además de actor, en director y productor cinematográfico, ¿quién lo ignora? Si nos vamos a los deportes, ¿quién puede negar el duende Maradona, que hasta sus detractores reconocen? Talentosos feos, como Al Pacino y Robert de Niro, enloquecen a las mujeres, de la misma manera en que lo hace el bello Manuel “Coco” Sosa en Venezuela. El ángel es un gancho para atraer audiencias, atrapar seguidores y captar la atención de cualquier auditorio. Situándonos en el ámbito de los que ejercen el arte histriónico, hay casos de actores y actrices que pasan de grises a brillantes. En esto juega mucho el todo; es decir, la producción, la dirección y el rol a interpretar. Un ejemplo reciente es el de Marianela González, quien luego de una opaca labor en nuestra TV, se fue a Colombia y hoy la vemos triunfar como protagonista de la excelente producción dramática “La traicionera”, de Venevisión.
Pero hoy no deseamos resaltar tanto a los artistas que han sido tocados por ese halo divino, sino hablar de aquellos que, aún recibiendo numerosas oportunidades para lucirse y ostentando un inequívoco talento, además de belleza y ganas de hacerlo cada vez mejor, no trascienden. Son los llamados “desangelados”. Ejemplos en el campo de la animación: Nina Sicilia, Catherina Valentino, Layla Succar, Samir Bazzi (incluso como cantante no tiene vida), José Vieira, Eduardo Ortega, Arturo De Los Ríos, Antonella Baricelli, Andrea Matheus y Veruzhka Ramírez. En la música hay casos como los de Francisco León (con todo y la millonaria inversión que hizo lanzando su primer CD y sus innegables dotes como intérprete, no pasó nada con él, al igual que en las otras oportunidades que ha tenido en la animación y la actuación) y Mariana Vega (y eso que compone bien y tiene buenas canciones, pero no termina de cuajar). Las Cherries, Euler y Juan Carlos Luces son otros ejemplos. En la actuación nos vienen a la mente Marian Valero, César Román, Verónica Ortiz, Judith Vásquez, Gonzalo Velutini, Alba Valvé, Zandra de Abreu, Reynaldo José Pérez, Margarita Hernández, Marcos Campos, Patty Oliveros, Carlos Arreaza, Janín Barboza, Erika Medina, Jeanette Flores, Daniel Elbittar (con todo y que ha trabajado en México y protagonizó en nuestro país), Alejandro Otero, Leonardo Marrero, Aileen Celeste, Ligia Petit, Leopoldo Regnault e inclusive la bella Verónica Schneider.Ninguno de ellos tiene el suficiente “aliño” para cautivar al público. Nuestra lista, recopilada a través de lo que dice la crítica y en otras consultas, es larga y, por supuesto, subjetiva. En esto juegan mucho las pasiones, pues lo que gusta a unos disgusta a otros y viceversa. No se trata de restarle méritos ni talento a nadie, sino de asumir que les falta esa pincelada angelical que empuja hacia la cima del éxito ¡TAPADA LA OLLA!
Se da también el caso de luminarias que gozan tanto de ingenio como de carisma. Es el caso de George Clooney, por solo mencionar a un internacional. Se inició interpretando a un mecánico, luego sobresalió en “ER” y hoy, devenido, además de actor, en director y productor cinematográfico, ¿quién lo ignora? Si nos vamos a los deportes, ¿quién puede negar el duende Maradona, que hasta sus detractores reconocen? Talentosos feos, como Al Pacino y Robert de Niro, enloquecen a las mujeres, de la misma manera en que lo hace el bello Manuel “Coco” Sosa en Venezuela. El ángel es un gancho para atraer audiencias, atrapar seguidores y captar la atención de cualquier auditorio. Situándonos en el ámbito de los que ejercen el arte histriónico, hay casos de actores y actrices que pasan de grises a brillantes. En esto juega mucho el todo; es decir, la producción, la dirección y el rol a interpretar. Un ejemplo reciente es el de Marianela González, quien luego de una opaca labor en nuestra TV, se fue a Colombia y hoy la vemos triunfar como protagonista de la excelente producción dramática “La traicionera”, de Venevisión.
Pero hoy no deseamos resaltar tanto a los artistas que han sido tocados por ese halo divino, sino hablar de aquellos que, aún recibiendo numerosas oportunidades para lucirse y ostentando un inequívoco talento, además de belleza y ganas de hacerlo cada vez mejor, no trascienden. Son los llamados “desangelados”. Ejemplos en el campo de la animación: Nina Sicilia, Catherina Valentino, Layla Succar, Samir Bazzi (incluso como cantante no tiene vida), José Vieira, Eduardo Ortega, Arturo De Los Ríos, Antonella Baricelli, Andrea Matheus y Veruzhka Ramírez. En la música hay casos como los de Francisco León (con todo y la millonaria inversión que hizo lanzando su primer CD y sus innegables dotes como intérprete, no pasó nada con él, al igual que en las otras oportunidades que ha tenido en la animación y la actuación) y Mariana Vega (y eso que compone bien y tiene buenas canciones, pero no termina de cuajar). Las Cherries, Euler y Juan Carlos Luces son otros ejemplos. En la actuación nos vienen a la mente Marian Valero, César Román, Verónica Ortiz, Judith Vásquez, Gonzalo Velutini, Alba Valvé, Zandra de Abreu, Reynaldo José Pérez, Margarita Hernández, Marcos Campos, Patty Oliveros, Carlos Arreaza, Janín Barboza, Erika Medina, Jeanette Flores, Daniel Elbittar (con todo y que ha trabajado en México y protagonizó en nuestro país), Alejandro Otero, Leonardo Marrero, Aileen Celeste, Ligia Petit, Leopoldo Regnault e inclusive la bella Verónica Schneider.Ninguno de ellos tiene el suficiente “aliño” para cautivar al público. Nuestra lista, recopilada a través de lo que dice la crítica y en otras consultas, es larga y, por supuesto, subjetiva. En esto juegan mucho las pasiones, pues lo que gusta a unos disgusta a otros y viceversa. No se trata de restarle méritos ni talento a nadie, sino de asumir que les falta esa pincelada angelical que empuja hacia la cima del éxito ¡TAPADA LA OLLA!
No hay comentarios:
Publicar un comentario