Manolo Hernández Douen
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Pelotero electrizante en el diamante, respetado por su equipo, admirado por sus oponentes.
Su pacto multianual recién firmado es prueba contundente del aprecio que le tienen en Kansas City.
Con cada jugada, con cada robo de base, Alcides Escobar se consolida como uno de los paracortos más completos de las Grandes Ligas.
Y pensar que el pelotero de los Reales que juega en Venezuela con los Cardenales de Lara apenas tiene 25 años de edad.
“Está más enfocado en su ofensiva”, conceptuó a Béisbol por Gotas el dirigente de los Reales, Ned Yost, siempre dispuesto a hablar en superlativo de Escobar. “Tenía detalles que era necesario mejorar en su swing y se fue a Venezuela a trabajar en eso para ser cada día mejor con el bate. Y ya sabemos que es extraordinario con el guante. Pienso que es el mejor campo corto de la Liga Americana”.
Sin subestimar para nada lo que ya ha hecho en temporadas previas, a Escobar se le ha notado en lo que va de la campaña de 2012 mucho más seguro en las jugadas de rutina y por supuesto no ha dejado de hacer esos engarces espectaculares que impresionan a sus rivales.
“Batea, te puede robar una base y sobresale a la defensiva”, calificó el dirigente de los Atléticos de Oakland, Bob Melvin. “Su talento es impresionante. Y va a seguir mejorando mientras avanza su carrera”.
Los números de Escobar acentúan esos elogiosos comentarios.
En la temporada de 2011, el joven del estado Vargas en el Litoral Central venezolano logró topes personales en casi todos los departamentos clave de la ofensiva incluyendo imparables (139), dobletes (21), bases robadas (26), carreras anotadas (69) e impulsadas (46).
No conforme con esa sobresaliente faena, Escobar, que debutó en las Grandes Ligas a los 21 años en 2008 con dos hits en cuatro turnos con los Cerveceros de Milwaukee, bateó para .313 con promedio de embasado de .371 en el exigente campeonato venezolano.
Cliff Pennington, paracorto de los Atléticos que también debutó en las Ligas Mayores en 2008 a las 24 primaveras de vida, se confiesa como gran admirador de su colega sudamericano.
“Es uno de mis favoritos”, proclamó Pennington para los lectores de nuestro hogar beisbolero. “Su alcance es extraordinario. Tiene velocidad. Lo que más que me gusta es verlo fildear roletazos de una forma tal que pareciera que todo es muy fácil para él.
De paso, me ha robado algunos hits”.
Por supuesto, el alto mando de los Reales, que adquirió a Escobar de Milwaukee el 19 de diciembre de 2010 conjuntamente con Lorenzo Cain –actual jardinero central titular- el serpentinero Jeremy Jeffries y el lanzador de las ligas menores Jake Ororizzi por el estelar abridor Zach Greinke y el jugador de cuadro cubano Yuniesky Betancourt –ahora está de vuelta con la novena de Missouri-, se da cuenta que en Alcides tienen una pieza ideal para defender una posición tan exigente por muchos años.
La proyección de Escobar es tal que los Reales lo firmaron en marzo a una extensión contractual por cuatro años y $10 millones que incluye opciones que les permitirían conservar al venezolano hasta fines de 2017, campaña en la que pudiera devengar $6.5 millones.
“Yo lo esperaba [el contrato] y gracias a Dios que se me dio ese momento”, expresó Escobar a Béisbol por Gotas. “Estoy bien contento con lo que hicimos”.
El veloz paracorto es uno de varios peloteros jóvenes de los Reales asegurados por varias temporadas, incluyendo en este grupo a su promisorio paisano de la receptoría, Salvador Pérez. Esa es una fórmula futurista que le dio estupendos resultados a los Indios de Cleveland en los años ’90 y que con el tiempo pudiera ser usada por muchas novenas de las Grandes Ligas con tal de no perder a sus promesas a manos de la libre agencia una vez convertidas en figuras.
“No se puede ganar un campeonato sin contar con un [buen] paracorto”, dijo el gerente general de los Reales, Dayton Moore, al firmar la extensión de Escobar el 16 de marzo. “Alcides fue para nosotros el hombre clave de aquel cambio [con los Cerveceros]”.
A Kansas City se le considera una mina de oro por todos los excelentes prospectos que tiene en su organización, algunos de los cuales empezaron a rendir enormes dividendos en el 2011 como es el caso del primera base Eric Hosmer, capaz de pegar 19 jonrones e impulsar 78 carreras en apenas 128 juegos.
“Todos somos muchachos jóvenes y estamos contentos de estar aquí, concentrados en que cada año pueda ser mejor”, precisó Escobar.
Consultado sobre las metas que se propone para 2012, el bateador derecho puntualizó que se concentra en jugar a diario más que en objetivos estadísticos.
“Quiero estar saludable todo el año y dar lo mejor que pueda en una temporada completa, sin lesiones, sin pasar por ningún tipo de molestia ni nada de eso”, explicó el venezolano.
Una vez termine la temporada su objetivo será defender de nuevo la franela de los Cardenales, por cuanto para él es bien importante jugar en su querida patria.
“Quiero seguir jugando en Venezuela”, afirmó Escobar. “Deseo que mi familia completa pueda verme allá, ya que todos no pueden venir aquí. Es un orgullo para mí demostrar lo que hago en mi país’’.
Con el tiempo, los aficionados de la pelota venezolana en general y de los Cardenales en especial tendrán muchas más razones de sentirse orgullosos de su joven representante en la Gran Carpa.
Porque no hay duda de que Escobar va embalado a ser uno de los paracortos más completos en las Grandes Ligas y con el tiempo será más reconocido como tal una vez los Reales vayan recogiendo los frutos de su impresionante cosecha juvenil.
Hasta pronto y, por favor, nunca pierdan la esperanza.
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