jueves, 12 de enero de 2012
¿Y QUE HACEMOS CON DIEGO ARRIA?
Jacinto Cabrera
(@jacintocabrerai en Twitter)
VENEZUELA(infoCIUDADANO)
10/Enero/2012
Siempre recuerdo cuando Venevisión montó la gran fiesta del Meridiano
de Oro para ver pasar continuamente a las estrellas de RCTV a retirar
su estatuilla por el innegable éxito de la telenovela Por Estas
Calles. Más directo, todos los días hay ejemplos de aquel refrán:
“Cachicamo trabaja pa’ lapa”.
En junio de 2009 se materializó el trabajo sostenido de un grupo de
venezolanos preocupado por el país en un nuevo intento de alianza
política. La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) nació con una
innegable visión de futuro, con una clara disposición a avanzar paso a
paso, sin prisa, pero sin pausa.
Los prejuicios y un discurso maniqueo que denigra de los actores
políticos fueron sus primeros y también sus continuos detractores.
Pero la MUD a fuerza de temple ha sabido sortear errores y potenciar
aciertos. Hoy, nadie en el país duda que las acciones emanadas de esa
amalgama diversa de partidos son referencia obligada, para bien o para
mal.
La MUD ha hecho propuestas al país, y sobre todo, se ha mostrado
amplia para que la inclusión sea una de sus características. Así,
diversidad de figuras en principio ajenas a esta iniciativa política
han conseguido cobijo. Así, aportes de la sociedad civil, representada
en una gama de expertos en todas las áreas del quehacer nacional,
forman hoy parte tanto de las 100 Soluciones para la Gente, el primer
documento político de gran acuerdo partidista y político de esta
instancia; como del plan de Gobierno base, que será presentado al país
el próximo 23 de enero. Así, ha convocado a militantes partidistas y
también a independientes, a las elecciones primarias.
He aquí que aparece Diego Arria.
El currículo de Arria advierte experiencia pública y privada, nacional
e internacional, gestión de Gobierno y visión de estadista. Trae
también, por la dinámica política, una ristra de acusaciones que a
ratos encara, y a ratos campea.
Cuando a mediados de octubre de 2011 se anunciaron las declinaciones
de quienes fungieron como precandidatos, muchos esperaron que Arria
avisara la suya. Incluso, el propio día 3 de noviembre, cuando le
correspondía inscribirse ante la Comisión Electoral de Primarias,
algún reportero señaló en vivo que el precandidato descartaría
presentarse.
Pero fue, y se inscribió. Los periodistas no le hicieron preguntas.
Once días más tarde desde el Aula Magna de la UCAB acaparó titulares e
inició de cara al gran público su campaña, motorizada desde las redes
sociales; pero también desde las universidades y reuniones
sectoriales; en las que se interactúa, se expone, se contrasta.
Pasados dos meses de campaña, Arria no tiene una cuña de televisión.
No tiene afiches en las calles –solo unas vallas virtuales que
circulan por la red- , pero tiene un mensaje que pareciera
políticamente incorrecto y que se ha vuelto referencia.
La denuncia contra el presidente Chávez y sus actos, la propuesta de
un gobierno de transición, la convocatoria a Asamblea Constituyente;
forman parte de la agenda electoral; y eso está relacionado con Arria.
Los cuestionamientos al CNE también están de boca en boca; y es
precisamente Arria quien los expone, además con argumentos que pocos
podrían considerar como exagerados o incoherentes.
Por otra parte; Arria es el único que ha dicho públicamente que asume
el plan de gobierno de la Mesa. No va presentando propuestas propias,
que ponen acentos distintos a lo hecho por la MUD. Quiere progreso,
pero no pretende alcanzarlo montado en un autobús. Quiere una mejor
Venezuela, pero no labrada con saltos en la calle. Es un ejemplo de
emprendimiento y desarrollo empresarial, pero con visión de grandeza,
no hablando en diminutivos. Quiere Instituciones, no forjadas desde
los escombros de unas “misiones” que llevan la impronta de una gestión
enferma de corrupción; amparada en la discrecionalidad y en el mal que
desata el desorden, la anarquía, la inseguridad… Ese mal que muchos
creen que es innecesario reconocer y atacar: La Impunidad.
Así, Diego Arria ha hecho que se detenga la guerra de encuestas. Da la
impresión de que ahora no conviene mostrar las variaciones. Así; la
verdad y las cosas que los venezolanos quieren oir en función de la
justicia y del “cómo” salir de esta crisis sostenida algunos se
empeñan en llamarlo “Discurso Radical”.
El asunto radica en que la fiesta armada para el disfrute de los
quinceañeros, ha tornado en reunión seria; donde se puede decidir el
futuro del país. ¿Y qué hacemos con Diego Arria? se preguntan, porque
habiendo asumido los reglamentos básicos de la amplitud, siendo el
único que respalda las tesis técnicas de la MUD y diciendo lo obvio
que otros se empeñan en callar (por las razones que fueren), Arria ha
reunido en su entorno a buena parte de los que decididamente van a ir
a votar el domingo 12 de febrero de 2012.
De ignorarlo, de la risa, del ataque… ha pasado a ser una referencia.
La pregunta está en la calle ¿Qué pasaría si todos los que dicen que
Diego Arria tiene la experiencia y la capacidad, pero no tiene los
votos, van y votan por él?…
Lo sabremos el 12 de febrero; y en añadidura, también sabremos si el
trabajo labrado desde 2009 por los técnicos de la MUD tiene,
verdaderamente, el respaldo de los actores políticos; esos que han
preparado la fiesta, para que otro cargue con la estatuilla.
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