Eddie A. Ramírez S: Vidas paralelas

Para mis amigos, aprovechando un rato de ocio.


Ninguno de los dos personajes tiene la grandiosidad de los biografiados por Plutarco en su obra Vidas Paralelas. Muy lejos están de ser como Alejandro o Julio César. Mucho menos como Demóstenes y Cicerón. Quizá puedan parecerse más a Dion y a Brutus; tirano el primero, cobarde, el segundo.
Ambos Comandantes prefirieron no estar al frente de su gente. Informaron que desde lejos, en un sitio estratégico, “se aprecia mejor la situación para la toma acertada de decisiones”.
-Comandante, lo llamó alguien, “hay muertos”.
-¿Cuántos? Contestó el comandante.
-“Muchos, pero venga usted para que aprecie la gravedad de la situación y se entere del número de bajas”.
-“Imposible”, contestó el comandante: “está muy obscuro”.
-“Le ruego que venga Comandante, estamos en una situación muy difícil y usted es el responsable de la operación”, contestó el interlocutor ”.
-“De ninguna manera, desde aquí aprecio mucho peligro y los comandantes no podemos exponernos”.
-“Comandante, la historia no perdonará su cobardía”, respondió arrecho el que se estaba quemando las pestañas.
-“No seas ingenuo, dentro de poco tiempo nadie recordará los hechos y POR AHORA aquí estoy seguro”
-Pero “Comandante, su usted actúa bien podría salvar muchas vidas que están en peligro”
-“Carajo, te dije que no voy a ir. Recuerda que Aquila non capit muscas, que por si no entiendes latín quiere decir QUE SE JODAN LOS PENDEJOS”.
Por culpa de estos Comandantes irresponsables, el de Sabaneta y el del Costa Concordia, murieron 32 ciudadanos el 4 de febrero en Caracas y ahora una treintena en el Mare Nostrum.