Blog de Víctor José López /Periodista

domingo, 18 de diciembre de 2011

MANOLO HERNÁNDEZ DOUEN Beisbol por Gotas


Pelota invernal, hogar de pasión, calidad y sueños


www.beisbolporgotas.com


Algunos la vapulean a palo limpio con miras a sorprender luego en las Grandes Ligas.
Varios aprovechan para hacer ajustes necesarios o adelantar mucho más de lo esperado.
Todos la juegan con pasión, de octubre a febrero.
Se trata, por supuesto, de la pelota invernal, que ya está en la recta final de las rondas eliminatorias en las cuatro naciones en las que se juega con efervescente sabor con miras a la venidera Serie del Caribe: México, Puerto Rico, República Dominicana y Venezuela.
Los expertos suelen darle cierta clasificación al béisbol del Caribe, comparándolo con la Doble “A’’ o la Triple “A’’ de los Estados Unidos. Hay calidad a esos niveles en las organizaciones norteamericanas, por supuesto, pero la diferencia más grande es que allí se le prepara el camino a los prospectos, mientras en las naciones hispanoamericanas es a matar o morir prácticamente desde la arrancada.
Prueba de la enorme competitividad que impera en esas ligas latinoamericanas queda en evidencia, ahora más que nunca, por la gran cantidad de dirigentes que se quedaron sin empleo mucho antes de que en Norteamérica se celebrase el Día de Acción de Gracias a fines de noviembre.
No faltó el que recibiera el mensaje de “no, no gracias’’ en un equipo y/o país para ser objeto de una bienvenida a otra franquicia y/o nación latinoamericana, como fue el caso de Rick Sweet, contratado en Venezuela luego de ser dado de baja en la República Dominicana.
Aunque un dirigente tenga enorme experiencia como piloto, instructor y pelotero en las Grandes Ligas, triunfar es el verbo obligatorio en esos cuatro países al sur del Río Grande. Eso ya lo sabía Don Baylor, gran jugador en campeonatos venezolanos, pero se quedó sin empleo al no tener éxito al timón de los Bravos de Margarita.
Ganar de manera consistente es motivo de fiesta en Latinoamérica. Que su equipo sea eliminado es casi cuestión de luto para sus aficionados.
Por otra parte, cada caso individual es bien interesante, si se toma en cuenta el hecho de que muchos peloteros, nativos o foráneos, se la juegan no solamente por sus equipos sino pensando que a lo mejor eso significa abrirse camino hacia el Béisbol de Lujo.
Para muestra están Luis Cruz y Grégor Blanco, en México y Venezuela, respectivamente.
Cruz acribilla a los lanzadores en México, preparándose para una nueva oportunidad para quedarse en las Grandes Ligas, esta vez con los Dodgers de Los Angeles como meta. Con los Tomateros de Culiacán pule las armas para esa batalla.
En sus primeros 53 juegos, Cruz, con capacidad para ser valioso utility en la Gran Carpa, promedió .327, con 16 dobletes, 15 jonrones y 43 carreras impulsadas.
“Hemos trabajado duro y se están dando los resultados”, comentó Cruz al periodista venezolano radicado en México Alexander Azuaje. “Voy con todo y ya estamos entrenando para llegar listos a los Entrenamientos de Primavera’’.
Sin ir muy lejos, Jorge Vázquez, Jugador Más Valioso de la más reciente Serie del Caribe, impacta en esa misma alineación de los Tomateros con miras a ganarse un puesto con los Yankees de Nueva York.
Vázquez, primera base de Culiacán, le envía un claro mensaje al equipo de La Gran Manzana de que está listo para tratar de instalarse fijo como bateador designado, con sus 17 palos de vuelta entera y 55 carreras impulsadas en 47 encuentros.
Blanco es un caso parecido al de Cruz. Ya ha estado varias veces en las Grandes Ligas e irá a los Entrenamientos de Primavera con contrato de ligas menores, con invitación al campo principal de otra novena californiana, en este caso, los Gigantes de San Francisco.
A mediados de diciembre, Blanco, de los Tiburones de La Guaira, era uno de los mejores bateadores del exigente circuito venezolano (.352) y entre otros renglones lideraba fácilmente en carreras anotadas (42) y ocupaba la primera casilla en bases robadas (12).
El jardinero central y primer bate de los escualos pudiera ser el Más Valioso de su patria, pero comenta con humildad que “si yo tuviera un voto sería para Héctor Sánchez’’, refiriéndose a la promesa de Grandes Ligas con los Gigantes que batea .356 en Venezuela y luce sólido como el Novato del Año.
“Héctor es el pelotero que más adelantos tuvo este año en nuestras ligas menores y no me extrañaría que marcase un gran impacto en los Entrenamientos Primaverales”, reveló a Béisbol por Gotas, Bruce Bochy, entusiasmado sobre el joven receptor.
Bochy vivió en carne propia la experiencia de jugar en la pelota venezolana y sabe de la importancia de los circuitos caribeños.
Se cita con énfasis la dualidad Gigantes-Tiburones, porque San Francisco tuvo en el 2011 un sólido abridor en parte gracias al fogueo que experimentó Ryan Vogelsong durante el invierno previo con la franela de La Guaira.
Los propios Gigantes se frotan las manos de la satisfacción por los adelantos de su promesa Brandon Belt, a quien le darán la primera base en bandeja de plata en el 2012. “Jirafita’’ bateó .300 en sus 100 turnos en la tierra del merengue con los Leones del Escogido.
En esa misma refriega, Carlos Peguero, de los Gigantes del Cibao, es el líder jonronero (10) y pone a pensar a los Marineros de Seattle en confirmarlo como titular en el bosque izquierdo; Wilín Rosario es el máximo remolcador (37) con las Aguilas Cibaeñas al demostrar por qué se le conceptúa como cátcher del futuro de los Rockies de Colorado y Joaquín Arias, de las propias Aguilas, expresa su clamor por una nueva oportunidad en las Ligas Mayores al pasear el derby del bateo con .370.
Esa faena con la novena del Cibao le significó ganarse un contrato ya que extraoficialmente este pelotero con experiencias previas en la Gran Carpa con los Rangers de Texas y Mets de Nueva York firmó un pacto de liga menor con San Francisco con miras al 2012.
Para no dejar fuera a Puerto Rico, esa liga perdió fuerza al no tener campeonato hace pocas temporadas y verse reducida actualmente a cuatro equipos, pero no ha dejado de ser hogar ideal para pelota de calidad y jugadores que se preparan para brillar en el norte como es el caso de Iván de Jesús Jr, hijo de una gloria del béisbol boricua que promedia un sólido .382 con los Leones de Ponce.
Todas estas historias y muchas más se desarrollan en el sabroso marco de calidad, pasión y sueños en los emocionantes campeonatos de la pelota del Caribe.
Y ese fervor competitivo subirá de intensidad en los respectivos play-offs.
Hasta pronto y, por favor, nunca pierdan la esperanza.
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