Cuando el representante de la Cancillería Venezolana llego a Pyongyang, capital de la Republica Popular de Corea del Norte, lo primero que pregunto fue ¿El por que le había retenido su pasaporte en el aeropuerto? y la respuesta no se hizo esperar “Orden de nuestro Querido Líder”. Al llegar al hotel donde se iba a alojar, le pidió a su ayudante que le diera su Pin para poder comunicarse con él. El camarada coreano asombrado le dijo que eso era imposible, el pin con la cara de nuestro Querido Líder es de uso obligatorio para todos los habitantes de la Republica y el no usarlo significa traición a nuestro Líder y se paga con la cárcel. No puedo complacerlo en lo que me esta pidiendo.
El miliciano chapista, rápidamente le explico que el pin al cual él hacia referencia era al telefónico y no al que cargaba colgado en su camisa. Menos puedo complacerlo camarada, reposto el coreano. En nuestro país solo tienen teléfono los miembros del Comité Central del Partido y los del Alto Mando Militar. Además, la línea de comunicación es solo con nuestro Querido y Amado Líder. ¡¡¡Verga, esto se parece a un Aló Presidente!!! Pensó el miliciano.
Al llegar a la habitación encendió el televisor y solo había un canal en el que solo hablaba el Querido Líder durante las 24 horas del día. Igual en la radio. En los periódicos, las páginas estaban llenas solo con información de los actos del Presidente. Las páginas políticas, económicas, sociales y deportivas solo mostraban declaraciones o fotos del Querido Líder. La mas risible era la foto que lo mostraba en pantalones cortos haciendo el simulacro de jugar futbol y el texto era “Nuestro Querido Líder enseña a la selección nacional, el manejo del balón y esta pensando seriamente en ¡¡¡incorporarse al equipo para participar de las próximas eliminatorias al mundial” Afortunadamente, el nuestro solo juega softbol y es malazo, expreso el miliciano y agregó “ojala y no me estén grabando”
Al día siguiente, cuando lo llevaron al Palacio Imperial para la entrevista con el Presidente Kim Jong IL no salía de su asombro al ver y comparar que el único gordo en toda Corea del Norte era su anfitrión, todos las demás personas eran famélicos.
Tímidamente, se atrevió a preguntar por esta situación y la explicación fue que todo era producto de las inundaciones que provocó el imperialismo norteamericano y sus secuaces de Corea del Sur. La consecuencia de ese acto terrorista al provocar con sus satélites lluvias torrenciales sobre nuestro territorio, fué la de una hambruna que mató a más de 2 millones de habitantes. Pero, dijo el único gordito, nos mantuvimos firmes en nuestra política de desarrollo militar - nuclear y sacrificamos a nuestro pueblo en Pro de la defensa militar de nuestra revolución. Debe entender, apreciado camarada venezolano, que yo como Líder Único no podía dejar de comer las delicateses a las cuales estoy acostumbrado y menos a dejar de tomarme mi coñac Hennesy en mis comidas. Antes que me lo pregunte, debo decirle que las protestas populares por estas medidas fueron acalladas con el establecimiento de 12 campos de concentración donde fueron recluidos, torturados y ejecutados mas de 400.000 coreanos. Todo disidente es puesto preso y condenado sumariamente de inmediato. Su condena se hace extensible a todos los miembros de su familia.
Soy fiel a la política de mi padre Kim IL Sung “Los Militares Primero” y el pueblo después. Finalmente propuso un brindis por la pronta recuperación del presidente venezolano. Que debo decirle, parece mi hermano gemelo. Gordo como yo. Militar como yo. Sus milicianos y focas lo aman, como me aman a mí. En materia política ni hablar ambos somos autocráticos y totalitarios. A los disidentes también los castigamos por igual con represión, cárcel y gas del bueno…..salud, camarada.
Ah, se me olvidaba ya ordene que le devolvieran su pasaporte. No se olvide que aquí nadie abandona el país sin mi consentimiento.
Pero, la vida te da sorpresas como dice la canción “El Gordo Inmortal se murió”.
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