AMARGA ALEGRÍA
La muerte de un tirano no ensombrece a los
espírituslibres. Aunque la sensación no es exactamente
de alegría. Es de satisfacción con un toque de amargo.
Pero la amargura no es por el destino final del canalla
que a tantos asesinó, humilló, maltrató. "Más antes
debiópasar", como decimos en el Llano.
Si así hubiera sido, si la justicia
no se hubiese retrasado, menor hubiera sido
el sufrimiento humano causado por el
criminal.
Es como si nos acercáramos al cadáver
maldito, le volteáramos
la cara con el pie para mirarlo
bien y comprobar que está bien muerto,
y luego nos alejáramos con la cabeza
baja y un nudo en lagarganta.
"Una furtiva lágrima" por sus víctimas,
que han de esperarlo al otro lado.
Twitter:@PoleoRafael
No hay comentarios:
Publicar un comentario