Blog de Víctor José López /Periodista

miércoles, 5 de octubre de 2011

CARLOS GARCÍA, "El Almirante", empuñó el timón de la nave



ALFONSO TUSA

Varias personas especularon si García de verdad regresaría como manager de los Navegantes del Magallanes para la temporada 2011-2012 cuando la gerencia deportiva anunció la contratación de Luis Dorante como coach de banca y Luis Sojo como coach de tercera base. Decían que se podría presentar la misma situación de Kremblas el año pasado. García se quedaría en el norte y Magallanes nombraría como sustituto a Dorante. Muchos aficionados aún afectados por aquel triste episodio se hicieron eco de la especie y se creó un rumor que sólo podría desvanecerse desde el momento que Carlos García pisara territorio venezolano, lo cual ocurrió la noche de este lunes 03 de octubre de 2011.
Los Navegantes van a tener en muchos sentidos el mismo equipo que encalló el año pasado entre los arrecifes de las confusiones. El equipo también tiene mucho de la base peloteril en la que se afincó parra llegar hasta el séptimo juego de la final 2009-2010.
Existe una teoría de algunos entendidos del béisbol que habla sobre como los equipos ganan solos y el manager es sólo un simple moderador de dugout. La práctica en innumerables ocasiones ha demostrado escenarios esclarecedores. En 1967 los Medias Rojas de Boston venían del sótano de la Liga Americana. El manager nuevo Dick Williams fue capaz de motivar a esencialmente la misma base de peloteros para llevar al equipo hasta el banderín de la Liga Americana. Los Rojos de Cincinnati pasaron todos los años sesnta tratando de repetir el banderín de 1961, la llegada de un manager desconocido, George Anderson “¿Sparky quién?”) los llevó hasta el título de la Liga Nacional en 1970. El propio Sparky repitió la historia en Detroit (1984) para poner a ganar un equipo que tenía todos peloteros para hacerlo. Earl Weaver también hizo otro tanto con los Orioles que habían ganado en 1966 y pasaron las próximas dos temporadas sin ver a Linda. Chuck Tanner trabajó duro con los Piratas de Pittsburgh para hacerlos campeones en 1979. Danny Murtaugh supo mezclar sapiencia y paciencia para coronar a los Piratas en 1960 y 1971. Billy Martin llevó a los Mellizos de Minnesota de 1969, los Tigres de Detroit de 1972 y los Yanquis de Nueva York de 1976 al banderín con equipos relativamente modestos. Whitey Herzog hizo de los Cardenales un equipo ganador en los años 80. Terry Francona condujo a los Medias Rojas en 2004 y 2007. Oswaldo Guillén supo juntar las piezas y las decisiones para levantar a los Medias Blancas de Chicago hasta las alturas de la Serie Mundial de 2005.
También ocurre que managers con tremendos equipos fracasan. Como le ocurrió a Gene Mauch en 1964 o a Don Zimmer en 1978. El punto clave de todo esto es que un manager representa mucho más que un psicólogo o un animador para un equipo. La tarea de dirigir comprende conocer el béisbol, compartir con los jugadores, actualizar conocimientos y saber mezclar esas facultades para tomar las decisiones apropiadas en el momento adecuado.” Cuando se gana, el triunfo es de los peloteros; cuando se pierde, la responsabilidad es del manager”. La realidad es que en ambas situaciones ambas partes tienen que ver. El manager ciertamente es una pieza fundamental en cualquier equipo. Sino pregunten en los Tigres de Aragua por Buddy Bailey y Oswaldo Virgil. En el Caracas por Regino Otero, el propio Virgil, Alfonso Carrasquel, Felipe Alou, Phil Regan y Carlos Subero entre otros. En La Guaira por José Antonio Casanova, Wilfredo Calviño, Preston Gómez, Virgil. En Magallanes por Lázaro Salazar, Patato Pascual, Willie Horton, Tim Tolman, Regan. En Lara por Domingo Carrasquel u Omar Malavé. En Zulia por Rubén Amaro o Pompeyo Davalillo. En Caribes por Julio Franco.
Si Carlos García lo es para el Magallanes, hay un camino andado por lo ocurrido en la 2009-2010. Cuando el barco zarpe para la 2011-2012 o quizás desde ya, empezará a confirmarse la influencia de El Almirante en el rumbo de la nave magallanera.

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