La precandidata presidencial no se anda con
rodeos. Pone en evidencia la naturaleza comunista
del gobierno y propone la riqueza
popular para que la gente progrese.
Por Eduardo Martínez
EL NUEVO PAÍS / caracas 23 del 09
Conversamos con María Corina Machado sobre su
propuesta al país. También habló de ruptura histórica y
de comunismo. Demuestra razonamiento y no clichés
sugeridos por algún asesor. Su sensibilidad social, a toda
prueba, gerencia en la empresa privada y dinamismo en
las causas ciudadanas, dibujan un perfil presidencial a
ser tomado en cuenta.
¿Por qué dices que esto es comunismo?
- Por las evidencias. Es la destrucción de la propiedad
privada, el conflicto y la lucha de clases, y el poder en
una sola persona que busca dominar y que busca
imponer un solo punto de vista.
Lo hemos advertido. Cuando comenzaron los ataques
contra la propiedad, y Chávez dijo que era contra las
grandes empresas, dije que luego venían las medianas,
luego las chiquitas y al final van a llegar a tu casa. Con la Ley
de Arrendamiento llegaron a tu casa. Propiedad de decenas
de miles de familias que el gobierno arrebata y destruye.
Con la ley de costos y precios, dije que es una ley
comunista que va a lograr escasez e inflación. Porque es
destruir toda iniciativa y estímulo para el que quiere
construir y progresar.
Al final es un tema de valores. ¿Cómo sobreviven
estos regímenes autoritarios?
Dividiendo y confrontando. Poniendo a pelear a la
gente. Pones a pelear el que produce con el que consume.
El que da empleo con el trabajador. El medico con
los pacientes. Al consumidor que le vienen a poner una
multa con el empelado de Corpoelec; pones a pelear a los
sindicatos entre si; y ahora, pones a pelear al propietario
con el inquilino. Estas construyendo una bomba de
tiempo y de conflicto social a todos los niveles de lasociedad venezolana.
¿Qué es la ruptura histórica?
- Frente a esto hay que llamar las cosas por su
nombre y decir la verdad por dura que sea. Venezuela
está en el momento de una ruptura histórica. Este horror
y esta desgracia que estamos viviendo tiene que ser la
gran plataforma, el punto de partida y la oportunidad
para la construcción de una nueva Venezuela.
Para eso tenemos que entender que para enfrentar y
derrotar este régimen, que lo que busca es exacerbar el
rentismo, populismo y centralismo del pasado, pero con
una clara intención de control y dominación hacia un
régimen comunista, tenemos que sacarlo de raíz.
Eso pasa por decir que necesitamos una Venezuelaempoderada, llena de fuerza, construyendo e invirtiendo,
avanzando con sus propios pasos.
Eso pasa por reconocer que hay que invertir en el
país para que haya miles y miles de empleos. Invertir en
el desarrollo de las capacidades humanas del venezolano
para que los venezolanos puedan asumirla. Eso es lo que
llamo la riqueza popular, la riqueza de la gente.
El no resignarte. ¿Porqué tenemos que resignarnos de
que un rancho depauperado pasas a un rancho parapeteado?.
No señor, aquí los venezolanos queremos todos
viviendas dignas para que puedan convertirse en hogares.
Estamos viviendo una ruptura histórica. Estamos
enfrentando una sociedad una sociedad que está realmente
pariendo después de un proceso muy doloroso,
de destrucción pero también de mucho aprendizaje. Y de
entender que es el momento de asumir que, para ir para
adelante, no podemos mirar hacia atrás. Si queremos
resultados distintos, tenemos que hacer las cosas distintas.
No sólo de cómo se hacen ahora, sino de cómo se
hicieron en el pasado.
Y esta ruptura histórica tiene obviamente implicaciones
en las políticas y la relación de la gente con el Estado.
La podemos identificar en tres grandes rupturas: el
populismo, el rentismo y el centralismo.
Pero en toda la magnitud de lo que implica. Pero al
final todo lo que está subyacente y le da la fuerza y la
trascendencia al momento que vivimos y los movimientos
que nos lleva hacia adelante, son los valores. Es el
punto de encuentro.
¿Qué propones?
- Lo que propongo es una Venezuela decente, una
Venezuela honesta, digna, buena. No solamente en la
gente sino también sus dirigentes. Una política de verdad
limpia, transparente, con una visión de hacer de este país
un país de gente rica. Solamente así, un país de gente
rica con riqueza popular, podremos hacer esta ruptura
histórica. Todo lo demás es instrumental. Pero ese es el
punto de partida.
Para la Mesa de la Unidad, no hay alternativa digna que no sea la inclusión de
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