EL Record de los Belgas
© Carlos M. Montenegro
Hace poco apareció en Le Soir, un periódico belga de habla francesa, un escrito de la editorialista jefe del diario, Bèatrice Delvaux, que comentaba entre otras cosas la propuesta de la senadora socialista Marleen Temmerman en el que formulaba una solución para resolver la actual situación política belga: que las mujeres hicieran “huelga general de sexo”, algo insólito y pensé que a cualquier varón en uso razonable de razón debiera inquietar.
Como se sabe Bélgica es un pequeño país, famoso por sus ciclistas, que debido a su situación estratégica al NE de Europa, se convirtió hacia la Edad Media en un importante centro de comercio y cultura. Históricamente la Bélgica formó parte de los Países Bajos, junto a la actual Holanda y Luxemburgo. En 1830 se desató la Revolución Belga que enfrentó a los Países Bajos: el norte de mayoría protestante y el sur de mayoría católica. Pronto se escindieron y en el sur nació la actual Bélgica independiente, católica y neutral, integrada por dos regiones principales: Flandes al norte de habla neerlandesa y Valonia al sur de mayoría francófona que instauró en 1831 una monarquía constitucional, con Leopoldo I, y una democracia parlamentaria. A partir de su independencia entre 1830 y la II Guerra Mundial el país evolucionó discretamente desde una oligarquía sustentada por dos partidos: el católico y el liberal hacia un sistema de sufragio universal que incluyó a un nuevo partido en liza, el Laborista que en teoría rompía la simetría política. Desde su independencia, Bélgica fue una nación coexistiendo con dos lenguas: el francés y el neerlandés que con el tiempo han ido creando una rivalidad, rayando con el separatismo, de forma similar a lo que sucede con los anglófonos y francófonos en Canadá.
Hasta su independencia fue un territorio apetecido por los principales imperios de la época, Francia, España, Alemania y Austria; allí se dirimieron muchos conflictos y guerras, tanto que Bélgica era apodada “el campo de batalla de Europa” (En Waterloo se acabó la era napoleónica, por ejemplo)
Ustedes se preguntarán que cual es la relación entre este breve repaso bachiller de historia y la amenaza cuasi vaticana de las mujeres belgas de mandar a sus hombres al celibato. Trataré de explicarme con mucho miedo, lo confieso, no vaya a suceder que la cosa pique y se extienda y nos llegue semejante despropósito, aunque no parece probable, pues los latinos (y latinas), quiero entender que estamos hechos de otras fibras, pero no nos confiemos, que con el asunto del internet, los “twiters” y demás inventos, cada vez se achica más la dichosa aldea global y hay mucho ingenuo desprevenido y hasta idiotas fáciles de subyugar.
Así que la noticia de Junio de este año, es que Bélgica ha batido todos los records mundiales, pues desde hace unos 500 días que es un país sin gobierno (no con un mal gobierno, ese es otro tema) sino literalmente sin gobierno, no tienen presidente, ni ministros, ni nada, porque sencillamente no tienen gobierno.
Todo comenzó en las últimas elecciones, el 13 de Junio de 2010, donde el partido más votado apenas obtuvo el 30%, insuficiente para gobernar, con lo que depende del apoyo de los demás partidos, que no se lo quieren dar, y desde entonces no han podido formar gobierno. Han superado a Irak (289 días) y Camboya (353) claro éstos bajo guerras, Bélgica no. El rey Alberto II como jefe de Estado ha encargado reiteradamente a diversos líderes formar gobierno, pero no le han parado bola y así han llegado a batir el record mundial en duración de una crisis de gobierno.
Las mujeres entiendo que estén cansadas de tanta reunión de hombres sin resultados y por eso la senadora Temmerman se ha hecho eco y a formulado la insólita propuesta añadiendo en el canal de TV belga RTL: “ya se sabe cómo piensan los hombres en estas cosas del sexo, a ver si así se apuran”.
Los belgas de a pie, mientras tanto, ni caso, los asuntos corrientes han estado a cargo de una comisión nombrada para atender lo cotidiano. En este tiempo el país ha seguido su marcha como si tal cosa. Bruselas es la sede europea de la OTAN, y de la Unión Europea; su PIB ha crecido un 1,1% en este trimestre, el mejor de los 3 anteriores; Bélgica ha ocupado la presidencia de UE sin sobresaltos; participa en la operación de la OTAN contra Gadafi; ha mostrado avances tecnológicos con la inauguración de la línea de Ferrocarril Bruselas-Paris de Alta Velocidad; el Parlamento (autónomo y plural) sigue debatiendo leyes, dejándolas listas para cuando haya ejecutivo nuevo; los hospitales funcionan como siempre; la comida no escasea en los mercados, como siempre y la agricultura y la industria tienen los problemas de siempre y si van a la huelga la policía mantiene el orden, como siempre, y los detenidos pasan a la disposición judicial, como siempre, y así todo.
El pueblo va al futbol, sale de paseo al campo con sus cucuruchos de papas, los asalariados reciben lo suyo sin problemas… Es decir la gente no le para bolas a los políticos, confiando que hagan su trabajo, que para eso están, y todo discurre con normalidad. Los que tienen que manifestar algo lo manifiestan, desgañitándose sin que nadie saque los tanques, los aviones ni las fragatas para nada: cuando se hartan de gritar llega la policía sin traje de gladiador, los manda para casa y se van. Los gobiernos regionales y sus funcionarios ayudan a echar p’adelante, pues tienen que bregar con la crisis mundial, de paso. Vamos, que son unos vulgares escuálidos que ni gobierno tienen.
“Es tranquilizador ver que el sistema es estable”.
Caroline Van Wynsberhe, catedrática de Ciencias Políticas de la Univ. de Lovaina.
“Esta idea loca de que se necesita un gobierno pleno con funciones plenas puede no ser cierta".
David Sinardet, Universidad de Amberes
Lo dicen ellos, a ver si va a ser verdad…
carlosmmontenegro22@gmail.com
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