Blog de Víctor José López /Periodista

jueves, 1 de septiembre de 2011

BEISBOL por GOTAS:Jesús Guzmán, de rugiente León a productivo Padre

Sobresalir en la pelota invernal es usualmente indicativo de que un jugador tiene pasta para las Grandes Ligas. Apunten al venezolano Jesús Guzmán entre los que han brillado en el invierno y ahora lo hacen en la cima del béisbol.

Manolo Hernández Douen



Guzmán hizo trizas del pitcheo en la pelota venezolana al ser el Jugador Más Valioso de ese certamen en su edición 2008-2009 con los Leones del Caracas e implantar una marca con 57 carreras impulsadas en una temporada que constó de 63 cotejos. De paso promedió un robusto .348, con 13 cuadrangulares.
Un par de años más tarde se ha dado hasta el lujo de ser el cuarto bate de una novena de la Gran Carpa, en este caso los Padres de San Diego.
“Hay que darle crédito porque ha jugado a lo grande”, elogió el dirigente de los Padres, Bud Black, a una pregunta de Béisbol por Gotas. “Mereció la oportunidad por su performance y sigue rindiendo”.
Subido a los Padres el pasado 16 de junio, Guzmán, nacido en Cumaná –estado Sucre- en la región oriental venezolana, ha sido uno de los mejores remolcadores de las Grandes Ligas en la segunda mitad de la temporada del 2011.
En sus primeros 56 juegos consumió 175 turnos en los que disparó 14 dobletes y cinco jonrones, e impulsó 34 carreras. En dos partidos ha remolcado cuatro rayitas y cuatro de sus bambinazos han sido en el hogar de los Padres, conceptuado más bien como un paraíso para los lanzadores.
Black lo usó como cuarto bate en 18 de los primeros 53 juegos de Guzmán, prueba inequívoca de la confianza que le tiene al venezolano de 27 años de edad.
A San Diego se le abría una enorme vacante en la inicial al ser canjeado el estelar mexicano Adrián González a los Medias Rojas de Boston y muchos expertos consideran en esa ciudad que el prospecto Anthony Rizzo va a ser el candidato A-1 a defender esa posición en el futuro.
De hecho, Rizzo estuvo un tiempo con los Padres, pero Guzmán impresionó bastante a Black, ex lanzador zurdo que por cierto también jugó con el Caracas.
Nunca pudo imaginar, empero, que este artillero derecho pudiera rendir tanto.
“No creo que nadie pudo haber asegurado eso, porque esta es en realidad la primera temporada de Jesús en las Grandes Ligas por cierta cantidad de tiempo”, confesó Black al preguntársele si imaginaba que Guzmán sería tan productivo. “Es difícil proyectar el éxito que pueda tener alguien”.
No hay duda de que su actuación en Venezuela ha contribuido al éxito de Guzmán.
“Toda experiencia en el diamante ayuda a un pelotero”, filosofó Black. “El ha jugado bastante profesionalmente porque firmó a los 16 años. El béisbol invernal pudiera perjudicar a ciertos beisbolistas, pero Jesús es todavía joven, le encanta jugar, se mantiene en buenas condiciones físicas y está acondicionado para el año completo.
“La pelota invernal le ha permitido pulir sus habilidades”, agregó Black. “Y no creo que vaya en detrimento de lo que pueda hacer físicamente al volver a los Estados Unidos para una temporada larga”.
Obviamente, la preparación de Guzmán ha sido buena no solamente desde el punto de vista físico sino también en lo mental.
Todo pelotero que firma un contrato profesional tiene el sueño de llegar a la meca de la pelota, pero Guzmán esperó por su oportunidad a lo largo de muchas temporadas buenas en las Ligas Menores con los Marineros de Seattle, los Atléticos de Oakland, los Gigantes de San Francisco y los Padres, que lo firmaron el pasado mes de noviembre.
El primer indicativo de que iba a ser un bateador portentoso se produjo en el 2007, cuando sacó 25 pelotas y remolcó 112 carreras con High Desert, sucursal “A” de los Marineros.
Con los Gigantes tuvo la oportunidad de tomarse un cafecito en la Gran Carpa en el 2009, cuando bateó cinco hits en 20 turnos para un promedio de .250, pero no le encontraron cupo en su porvenir inmediato supuestamente porque tenía deficiencias a la defensiva.
El año pasado pegó 18 jonrones e impulsó 72 carreras con Fresno, sucursal AAA de los Gigantes, pero se quedó esperando el llamado a las mayores. Así como estaban las cosas con los campeones reinantes del béisbol, lo mejor que le pudo haber ocurrido era firmar un pacto de Liga Menor con los Padres.
“Siempre tuve paciencia y nunca me frustré a pesar de que tenía buenos años en la Triple ‘A’ y nunca me daban la oportunidad”, comentó Guzmán. “Siempre he trabajado con la mente en alto, con miras al éxito, a ser grande, porque creo que uno consigue las cosas si trabaja con esa mira”.
Una de las razones por las que ha rendido tanto ha sido precisamente es el espaldarazo que le ha dado Black, Manager del Año de la Liga Nacional en el 2010.
“La confianza de saber que estás jugando todos los días es algo muy importante”, precisó Guzmán. “Aquí estoy, siempre dándole gracias a Dios y a la gente de los Padres que me dieron la oportunidad de alinear todos los días”.
No crea usted, empero, que se esté tomando nada por seguro.
“Para mantenerse aquí hay ser consistente”, enfatizó el venezolano. “Quedan muchos juegos, hay que esperar a ver qué pasa”.
Tampoco considera que la primera base de los monjes es de su absoluta propiedad.
“No me adelanto a las cosas, hay que seguir trabajando día a día”, reconoció Guzmán. “Siempre vengo dispuesto todos los días preparado para cualquier posición porque ese es mi rol. Ahorita estoy en la primera base y estoy concentrado en eso, pero siempre tengo en la mente de que puedo jugar otras posiciones, como la segunda base y los jardines”.
Su meta es terminar fuerte para luego tomarse un descanso antes de reportarse al Caracas.
“Con el favor de Dios, sí [jugará con los Leones]”, reveló Guzmán. “Depende de lo que diga también esta gente [la organización de San Diego]”.
Al retornar a Venezuela merecerá un aplauso más fuerte del que suele brindarle la fanaticada de los felinos.
Después de todo, ha confirmado que no hay duda de que el jugador que brilla en la pelota invernal tiene la pasta para destacar a su debido tiempo en el Béisbol de Lujo.
Hasta pronto y, por favor, nunca pierdan la esperanza.


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