Manolo Hernández Douen
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Usted lo conoce quizás por su recta humeante, su slider devastadora, su curva o su cambio.
Esas herramientas, más la forma ideal de usarlas, lo han convertido en un lanzador excepcional.
No hay vuelta de hoja. Félix Hernández está en la cima de su profesión. Por algo es el Cy Young reinante de la Liga Americana, aún cuando apenas ganó 13 juegos en el 2010.
A los Marineros de Seattle les gusta todo eso y mucho más de Hernández como serpentinero, pero por sobre todas las cosas lo aprecian por el ángulo que quizás la mayoría de la gente no conoce: sus cualidades cuando no está lanzando.
“La forma como se representa como ser humano, la manera como representa a los Marineros, a su familia y a sus compañeros de juego”, aseguró el dirigente de los Marineros, Eric Wedge, al preguntársele qué es lo que más lo impresiona del derecho venezolano.
Nótese que en ningún momento se menciona la habilidad de Hernández como lanzador. Eso lo conoce el resto del planeta.
A sus 25 años, ya lleva 85 victorias, pese a que su equipo no ha figurado por varios años como contendor en el Oeste de la Liga Americana. Ponchó a 1,246 artilleros en sus primeros 1,364 episodios y redondea una efectividad global de 3.21 en su carrera en la Gran Carpa.
Sus compañeros lo respetan y admiran, y sus rivales le temen porque saben que en la mayoría de las ocasiones serán afortunados si pueden anotarle más de dos veces en un partido.
Eso no lo ha logrado Hernández de pura casualidad. Trabaja duro para mantener al tope las habilidades que Dios le dio. De eso también se da cuenta Wedge.
“Y por supuesto está su ética de trabajo, la forma como se conduce en el parque”, analizó Wedge a la pregunta de Béisbol por Gotas sobre el nativo de Valencia, Venezuela. “Lo hace sin egocentrismo, de una manera bien humilde, pero con una gran confianza en sí mismo.
“Actúa de esa manera a diario e inclusive lo hace en situaciones diferentes que pudieran derivar en desenlaces inesperados”, prosiguió Wedge en torno al joven apodado “Rey Félix”.
Un ejemplo claro y contundente de la manera como se desempeña Hernández es el modelo a seguir que ha sido para el derecho dominicano de 22 años de edad Michael Pineda, una promesa convertida en realidad en el cuerpo de abridores de los Marineros.
“La manera como se desenvuelve Félix ha sido un gran ejemplo para Michael y creo que Pineda también se ha desempeñado de una forma fantástica todo el año”, insistió el capataz de Seattle.
Las palabras de Wedge, quien completa su primera temporada al frente de los Marineros, encuentran eco en Pineda, quien este año se dio el lujo de ser invitado al Juego de las Estrellas, algo que ocurre raras veces con un abridor en su temporada como novato.
“De él [Hernández] he aprendido muchas cosas”, manifestó el joven nativo de Yaguate, República Dominicana. “Se ha portado muy bien conmigo y eso se lo agradezco”.
El propio Hernández considera que también ha avanzado bastante, fruto de su séptima temporada en las Grandes Ligas.
“He aprendido muchas cosas en realidad”, explicó Hernández para los lectores de nuestro hogar beisbolero. “Aquí he seguido, trabajando duro, conociendo más la Liga.
“Todos los años se aprende algo nuevo”, acentuó el derecho venezolano. “Siempre sale un pelotero nuevo que de verdad te va a hacer daño”.
Ya la temporada del 2011 está agonizando y Hernández, a quien le quedará una apertura menos de lo previsto originalmente porque Wedge acude a una rotación de seis hombres para evitar que Pineda no lance tantos episodios, no ha notado nada excepcionalmente diferente entre la actual campaña y lo que fuera la justa beisbolera del 2010.
“No creo que tengan muchas diferencias [una temporada de la otra]”, dijo Hernández. “Ya tengo los mismos ganados que el año pasado [aunque llegó a 14 luego de que se le hiciera esta entrevista y todavía podría lograr 15 ó más por segunda vez en su carrera en el Béisbol de Lujo]. Diría que he tenido un poquito menos suerte”.
Lo que sí ha cambiado es que a estas alturas de la pasada temporada Hernández era mencionado como un formidable candidato al Premio Cy Young. Ahora el posible ganador ruge desde otra jaula, la de los Tigres de Detroit. Y en eso está de acuerdo el Rey Félix.
“Yo votaría por Justin Verlander”, afirmó Hernández. “Creo que él está muy superior a muchos en todos los numeritos [líder de la Liga Americana en efectividad, victorias, ponches y episodios lanzados, entre otras estadísticas para el momento de iniciarse la segunda semana de septiembre]’’.
El derecho valenciano peca de modesto al hablar de sus propias estadísticas que cada día lucen más contundentes tomando en cuenta la discreta campaña que ha tenido su equipo.
Y es que después de ser entrevistado en Oakland, le tocó medirse el 6 de septiembre en Anaheim a los Angelinos, equipo que se mantiene en la pelea por la corona del Oeste de la Liga Americana con los Rangers de Texas y exhibió una perla de pitcheo al espaciar cuatro hits y no tolerar carreras limpias en ocho episodios para que su equipo triunfase 2-1.
Gane quien gane ese codiciado trofeo, el venezolano volverá a figurar bien en alto en la respectiva votación y se mantendrá viento en popa con miras al 2012, preparándose con esa ética de trabajo impecable que menciona Wedge.
“Mantenerme saludable otra vez”, expresó Hernández, al preguntársele cuál su meta para la venidera temporada. “La salud es lo más importante para mí’’.
¿Voltearán la tortilla los Marineros para convertirse pronto en un hueso duro de roer en la División Oeste de la Americana? Eso no lo sabe ahora ni Mandrake el Mago.
Lo que sí saben en Seattle es que podrán seguir contando con su roble de la lomita, ese ciudadano ejemplar dentro y fuera del terreno llamado Félix Hernández.
Hasta pronto y, por favor, nunca pierdan la esperanza.
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