Blog de Víctor José López /Periodista

lunes, 29 de agosto de 2011

MANOLO HERNÁNDEZ DOUEN: Beisbol por Gotas

Altuve quiere jugar desde temprano,
pero aún no acuerda con Magallanes






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A veces un pelotero puede encandilarse con el resplandor de las Grandes Ligas, pero con José Altuve ha ocurrido todo lo contrario.

“Ha respondido a las expectativas de todos”, aseguró el dirigente de los Astros de Houston, Brad Mills, a una pregunta de Béisbol por Gotas en San Francisco sobre el promisorio segunda base.

Subido el 19 de julio, justo cuando los Astros canjearon al también intermedista Jeff Keppinger a los Gigantes, Altuve ha impresionado a tirios y troyanos.

“Un pelotero pudiera quedar en evidencia por la diferencia que existe entre los niveles de Clase “A” y Doble “AA” y por el peldaño aún más grande entre las menores y las Grandes Ligas, pero José ha reaccionado en extremo bien a todos esos retos”, analizó Mills.

Los números sumados por el nativo de Maracay, Venezuela, de apenas 21 años de edad, le dan la razón a Mills, cuyo equipo tenía 11 latinoamericanos en su plantel activo de 25 jugadores para el momento en el que los Astros dividían honores 2-2 en San Francisco el domingo 28 de agosto.

Para ese momento, Altuve quedaba justo en el potro de los .300, luego de clavarle una estocada a los campeones reinantes de la Serie Mundial. Le dieron un descansito, pero entró como corredor emergente por una lesión del poderoso panameño Carlos Lee y pegó un doblete en el undécimo para anotar la carrera que le dio la victoria a los Astros por 4-3.

No había pasado más de un juego sin pegar aunque fuera un imparable y dio indiscutibles en 30 de sus primeros 36 encuentros, incluyendo una racha de nueve seguidos dando de hit.

De hecho, Altuve, quien admiraba desde niño a Omar Vizquel, futuro integrante del Salón de la Fama de las Grandes Ligas, hasta hizo historia el 20 de agosto en Houston frente a los Gigantes al ser el primer pelotero capaz de abrir un juego con un jonrón dentro del parque con lo que fuera su primer bambinazo en las mayores desde que lo hiciera el inmortal Richie Ashburn –inquilino de Cooperstown- el 29 de mayo de 1948.

Todo parece muy sencillo para este joven venezolano que le tira a la bola con un swing tan agresivo que Mills lo ha alineado a veces en turnos -ejemplo de sexto en un partido en San Francisco - donde puede ser útil como remolcador.

“Esto no es tan fácil como mucha gente cree”, advirtió Altuve, quien informó a Béisbol por Gotas que SI jugará pelota invernal, quizás desde el primer partido de la temporada venezolana siempre y cuando pueda llegar a un acuerdo con el alto mando de los Navegantes del Magallanes, uno de los equipos más populares en Latinoamérica. “Hay que trabajar bien duro, todos los días más y más”.

Por supuesto, subir tan temprano era algo que no estaba ni en lo más profundo de su imaginación cuando se reportó a los Entrenamientos de Primavera, pero sus porcentajes en Clase “A” (.408) y Doble “A” (.361) sugerían que ya esos niveles le quedaban pequeños.

Inclusive, para el momento de ser subido su porcentaje combinado de .389 era el mejor entre todos los peloteros de las Ligas Menores.

“No, no me lo esperaba”, confesó en declaraciones para nuestro hogar beisbolero.

Lo que sí estaba en su mente era que estaba listo a trabajar duro como asegura lo ha hecho siempre.

“Era un año para el que tenía muchas expectativas”, describió. “Cuando me subieron a la "AA” me puse bien contento. Fui al Juego de las Futuras Estrellas y creo que ese fue un paso bien importante. Después vino la llamada a las Grandes Ligas. Gracias a a Dios todo ha salido bien”.

Para el momento de publicarse esta nota el 28 de agosto no había ningún equipo en las Ligas Mayores con tantos novatos (11) como Houston. Obviamente, Altuve es uno de esos peloteros en el que el conjunto texano tiene cifradas esperanzas con miras al porvenir.

“Jugar a diario es algo que agradezco y tengo que aprovecharlo al máximo”, expresó Altuve, cuyo corazón grande para jugar a la pelota contrasta con su estatura de 5.7 pies (1.74 metros, aunque a simple vista parece que no llega a más de 5.5 ó 1.68).

“No importa si me ponen de primer bate, último, cuarto, quinto, lo que sea, yo estoy dispuesto a jugar duro y que pase lo que Dios quiera”, enfatizó el venezolano, quien ha alineado con Houston fundamentalmente como segundo (22 partidos) en el orden.

A Pablo Sandoval, tercera base de los Gigantes que subió a las Grandes Ligas en el 2008 precisamente a los 21 años de edad, no le sorprende para nada el rendimiento de Altuve.

“Ese muchacho se va a perder de vista”, elogió Sandoval. “Lo conozco bien porque jugamos juntos en la Liga Paralela [certamen invernal para noveles venezolanos]. Toda su vida ha bateado. Si fuera por tamaño a lo mejor nunca lo hubieran tomado en cuenta, pero José ha llegado aquí por el amor que le tiene al béisbol”.

Ya Mills había dicho desde el primer día que “no lo trajimos aquí para sentarlo” y ha confirmado sus palabras con acciones, aún cuando dispone de peloteros de mayor experiencia como Matt Downs –abrió el 28 de agosto en la intermedia- y el puertorriqueño Angel Sánchez como alternativas.

Jugar béisbol “era lo único que me gustaba”, comentó Altuve al hablar de lo que prefería en su niñez. Así como va, pudiera hacerlo en la Gran Carpa por muchos años.

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