Blog de Víctor José López /Periodista

miércoles, 27 de julio de 2011

BEISBOL por GOTAS

Maicer Izturis defiende varias posiciones con enorme calidad y es un bateador productivo donde lo pongan en la alineación(Foto Los Angeles Angels)




Manolo Hernández Douen
http://www.beisbolporgotas.blogspot.com/


Manolo Hernández Douen
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Algunos “pura pinta” impresionan con su físico, pero a la hora de la verdad no dan la talla.
En contraste, hay peloteros que parece que no mojan, pero empapan.

Apunten a Maicer Izturis, versátil jugador venezolano de los Angelinos de Los Angeles de Anaheim en esta última categoría.
Nadie puede imaginar a simple vista como este nativo de Barquisimeto, capital del estado Lara en la región noroccidental de Venezuela, puede ser tan valioso a un equipo de las Grandes Ligas en todas las dimensiones del juego.
Lo mismo defiende varias posiciones con enorme calidad que pega un batazo kilométrico más típico de uno de esos gladiadores del diamante que se especializan en dar jonrones.
Puede contar con él para impulsar más carreras de lo imaginable, como ocurrió cuando promedió .300 en el 2009, temporada en la que remolcó 65 en apenas 437 turnos.
Lo único que le hace falta es mantenerse saludable de manera consistente. De lo demás él se encarga con un nivel de calidad digna de un titular en el Béisbol de Lujo.
“Me encanta Maicer Izturis”, exclamó en medio de una amplia sonrisa el otrora instructor de tercera base y posteriormente coach de banco de los Angelinos, Ron Roenicke, cuando Béisbol por Gotas le preguntó sobre el venezolano de 30 años de edad.
“Pudiera ser un Guante de Oro en segunda base, un Guante de Oro en el shortstop y es un gran bateador en momentos cruciales”, elogió el hoy dirigente de los Cerveceros de Milwaukee. “Lo único es que tiene la tendencia a lesionarse si juega demasiado”
Joe Maddon, otrora coach de banco de los Angelinos, también se cuenta entre los admiradores de Izturis, pero confesó a nuestro hogar beisbolero que nunca imaginó que este ambidextro pudiera llegar a ser un pelotero tan completo.
“Muy buen jugador de cuadro, de excelente compostura, buena cabeza para el juego, buenos instintos”, calificó el hombre que le ha dado una enorme vuelta a los Rays de Tampa Bay por su excelente trabajo como dirigente. “Buen muchacho, siempre con una sonrisa amable, me gusta bastante''.
Maddon estaba en su temporada final (2005) como lugarteniente del manager de los Angelinos, Mike Scioscia, cuando Izturis hizo acto de presencia en el Sur de California proveniente de los Expos de Montreal.
“Pensé que de seguro iba a ser un buen utility”, explicó Maddon. “No sabía que su bate iba a llegar al punto en el que está ahora. Ese [el ataque] es el componente de su juego que le ha permitido ser un pelotero del tipo titular”.
¿Y quién mejor para conocer de la evolución de Maicer que su paisano Juan Rivera, jardinero que vino con Izturis de Montreal a Anaheim el 19 de noviembre del 2004 en una transacción en la que el guardabosque dominicano José Guillén fue transferido a los Expos.
“Cuando llegó a Montreal no estaba en el roster, pero hizo un buen trabajo cuando lo subieron en los Entrenamientos de Primavera”, recordó Rivera, guardabosque de los Dodgers de Los Angeles. Le gustaba mucho a [el dominicano] Omar Minaya, que era el gerente general”.
Rivera, quien comenzó la actual temporada con los Azulejos de Toronto antes de ser transferido a los Dodgers el pasado 12 de julio, siempre ha estado impresionado con la habilidad a la defensiva del otrora prospecto de los Indios de Cleveland.
“Su defensa [desde un principio] era demasiado buena”, acentuó Rivera. “Se ha hecho un mejor bateador”.
Esa capacidad la conoce Scioscia como la palma de su mano.
“Es un hombre bien importante para nuestro equipo”, subrayó Scioscia. “Nos brinda versatilidad y nos ofrece varias opciones de manera diaria. Lo podemos usar con confianza como primero, segundo o tercer bate de la alineación''.
Scioscia también sabe que las lesiones han sido un factor en la trayectoria de Izturis.
El larense que en Venezuela juega con los Tiburones de La Guaira ha estado nueve veces en la lista de los inhabilitados a lo largo de su carrera.
“Su valor para nosotros se resalta más si vemos todo lo que dejó de jugar el año pasado”, comparó Scioscia al referirse a lo grato que es tener a Izturis a diario con el equipo luego de que el venezolano intervino en apenas 61 de los 162 encuentros de los Angelinos en el 2010.
Por supuesto, no hay nadie que pueda estar más feliz de mantenerse saludable que el propio Izturis, quien siempre está positivo, pese al infortunio, a sabiendas de que las lesiones con parte del juego.
“Estoy bien contento de verdad, porque llegué a casi 300 turnos [en la primera mitad del 2011] y falta todavía bastante de la temporada”, enfatizó Izturis.
Para el momento de publicar esta columna a fines de julio, Izturis bateaba para .273 con promedio de embasamiento de .335, claro indicativo de su capacidad para reconocer pitcheos malos. Había alineado fundamentalmente como segunda base, con bastante acción como paracorto y tercera base. Tal es su valía con el madero que Scioscia también lo ha utilizado como bateador designado.
“Sobre todas las cosas, estoy contento de poder ayudar al equipo”, subrayó Izturis.
Con todos esos elogios ofrecidos por varios admiradores de su juego, uno se pregunta si el siguiente paso para Maicer pudiera ser como titular de una posición específica, donde sería clave con ese potencial Guante de Oro al que se hace referencia Roenicke o esa habilidad para rendir en varios turnos sobre lo cual comenta Scioscia.
En este sentido, su mayor cantidad de juegos en una posición específica data del 2006, cuando defendió la tercera base de la novena aureolada en 87 partidos, 78 desde el tañido de la campana.
Ser un bateador de por vida de .308 con corredores en posición anotadora es un canto a la productividad de este sudamericano que ha conectado tres hits o más en ocho ocasiones en lo que va de la justa del 2011.
No es necesario, empero, deslumbrar como estrella, empero, para ser de enorme valía a un plantel de Grandes Ligas.
Este jugador clave de un equipo tradicionalmente contendor, es la prueba viviente de eso.
Hasta pronto y, por favor, nunca pierdan la esperanza.

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