PUERTO LIBRE, El País/Madrid. Ángeles Mastretta
“La guerra contra las drogas ha fracasado”, afirma con razón el reporte de la Comisión Global sobre la política en torno a las drogas, que se entregó a la opinión pública, ayer, en Nueva York. Lo he leído despacio y con cuidado movida por la alucinada intención de resumirlo aquí. No voy a hacerlo porque, a pesar de que vivo drogada*, trato de estar en mis cabales y sé que es muy probable que en un rato se distribuya por todas partes traducido con mucho más eficacia de la que yo puedo soñar.
Punto: El informe está escrito en un inglés que captura porque no se pierde en adjetivos y disquisiciones. Nombra, no elucubra, numera, no califica, y es claro como la luz del norte. Ya lo verán ustedes. Para saber más del asunto, pueden ir a: :www.globalcommissionondrugs.org
O email: declaration@globalcommissionondrugs.org
Dos puntos: Según datos de la ONU, el consumo anual de drogas ha crecido entre 1998 y 2008 de la siguiente manera:
Los derivados del opio
De 12.9 millones
A 17.35 millones
Un 34.5%
La cocaína
De 13.4 millones
A 17 millones
Un 27%
La Cannabis
De 147.4 millones
A 160 millones
Un 8.5%
Asterisco: Cuando digo que vivo drogada, lo digo en serio. Vivo, camino, bendigo mis días ¡y mis noches!, gracias a la buena mezcla de drogas permitidas que acompañan mi deambular por el globalizado planeta. Es muy probable que mi epilepsia se controlara con Cannabis, no lo sé porque, dado que rige la prohibición, me la cuido, por fin y por fortuna, con pastillas perfectamente diseñadas, pero carísimas. Drogas a mi medida. Por las que no voy a la cárcel, ni me muero de asfixia al no encontrarlas en la farmacia. Que también puede llamarse droguería, como se nombra en inglés drug store.
Punto y seguido: Un trato así de compasivo propone la comisión que se dé a quienes necesiten alguna de las drogas que hoy están prohibidas. Lo mismo que recomienda y urge el fin de la estigmatización, la marginación y la criminalización de quienes usan drogas sin dañar a otros.
Punto final: En resumen, propone desafiar, más que reforzar el equívoco acerca del mercado de las drogas, el uso de las drogas y la dependencia de las drogas.
Los datos y las reflexiones con que acompaña esta propuesta son inapelables.
The War On Drugs, llamó la comisión a su informe. Así quise llamar a esta entrada, pero en el título no se puede tachar el "the war". Así pasa, por desgracia, en la vida.
Pregunta para hoy: Ustedes ¿qué dicen a esto?
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