DIARIO EL COMERCIO DE QUITO
Aún es demasiado prematuro para decir que el Sí de Correa ha perdido en al menos una pregunta. Pero cuando se han contabilizado el 50 % de los votos, hay evidencia de que el No tiene posibilidades de ganar en al menos dos: la 4 y la 9.
Si aquello ocurre al final del conteo, el proyecto político que Correa había articulado con la consulta quedará desmoronado. Hecho trizas.
Eso porque las dos preguntas llevan los dos pilares sobre los que se construye dicho proyecto: el control de la justicia y el control de los medios de comunicación.
Con la 4 Correa pretende recibir el aval del electorado para armar un sistema judicial a su medida, algo así como lo que logró hacer Febres Cordero quien pudo perpetuarse al poder aún cuando ya no ocupaba la Presidencia. Con la 9, Correa pretende legitimar uno de sus más caros anhelos: neutralizar con un consejo de regulación el trabajo de una prensa que ha sido para su Gobierno, como lo ha sido para todos los anteriores, en el más duro obstáculo para extralimitar sus poderes.
Insisto, aún falta muchos votos por contabilizar pero la posibilidad de que el No gane en esas dos preguntas no es en absoluto descabellado, aunque la gente del Gobierno se luce haciendo guarismos para decir lo contrario no sin cierta razón cuando argumentan que las provincias donde más fuerte fue el Sí son las que más atascadas están en el conteo.
Es curioso pero aquellas preguntas que fueron incluidas para “empujar” a las preguntas consideradas más complicadas y duras, como las relacionadas con los toros o la afiliación al IESS, recibieron un Sí que lleva una ventaja mucho más cómoda.
Esto hace pensar que hubo un voto bastante más razonado de lo que se pensaba iba a haber, porque son precisamente las dos preguntas con mayor contenido político las que menor apoyo recibieron.
Pero tampoco es nada descabellado que en esas dos preguntas termine imponiéndose el Sí. Finalmente falta aún mucho por contabilizar y precisamente en las zonas con un alto apoyo a las tesis del Gobierno.
Lo que sí se puede afirmar sin mayor temor a equivocación es que, si gana el Sí, el margen no será mayor. El mismo conteo rápido del CNE que dio el triunfo al Sí en esas preguntas señala que la diferencia era muy baja. Es más, en esas preguntas el Gobierno no tiene más del 45,8 % en el caso de la pregunta 9.
En ese escenario el problema ya no es el jurídico. Técnicamente, el Sí gana y en los papeles el Gobierno tiene la atribución de hacer las reformas propuestas en las preguntas. Lo que estaría en entredicho en ese caso es la legitimidad para reformar una Constitución bajo el paraguas de la aprobación de ni la mitad del electorado. Si la Constitución fue aprobada por un 64% de los votos ¿cómo es que se va a hacer una reforma con el 45% ó 46%? Repito, jurídicamente es completamente factible hacer la reforma pero el problema es la fuerza con la que se llega para hacerla.
El control de la justicia y el control de la prensa son dos temas demasiado delicados para una sociedad. ¿Habrá la fuerza política para concretar todo el proyecto político de Correa?
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