
VÍCTOR JOSÉ LÓPEZ
Que Oswaldo Guillén se vea envuelto en una polémica por algo que ha dicho no es novedad. El mirandino siempre ha dicho lo que piensa, y decir verdades muchas veces provoca un ventarrón-
Hace poco Guillén criticó los privilegios que reciben los jugadores asiáticos al llegar a las mayores, privilegios que los latinos no reciben. Los japoneses, coreanos o chinos cuando llegan a la gran carpa son custodiados por intérpretes, no así los hispanos quienes muchas veces, como contaba Carrasquelito deben alimentarse de “jamoneggs” hasta que aprendan el nombre de otros platillos en el menu. Puede sonar a chiste, pero un intérprete ayudaría mucho a esos jóvenes peloteros en las menores que envían a sitios lejanos en la geografía de la Unión Americana, situación desfavorable que provoca la interrogante de ¿Por qué a los asiáticos se les dan privilegios con los que los latinos no pueden ni soñar?
La diferencia social entre un pelotero latino y uno asiático es enorme. Los peloteros latinoamericanos proceden en su mayoría de regiones extremadamente pobres. Casi en un cien por ciento no han terminado el bachillerato, es una rareza descubrir un egresado universitario y muchos apenas saben leer y escribir en castellano.
No así los japoneses, por ejemplo,. Todos han estado en universidades y ha disfrutado de oportunidades que en Latino América son puros sueños.
La gota que derrama el vaso en esta polémica es el caso de los esteroides, cuando Oswaldo Guillén protesta porque “nadie en la MLB hace nada por educar a los peloteros latinos para evitar ese flagelo”.
La gerencia de Medias Blancas contradijo a Guillén en sus comunicados a la prensa, pero es inocultable la realidad que surge a raíz de las leyes de Arizona en un país donde cada día crece y se reproduce el rechazo a las minorías hispanoamericanas.
Una vez más, Guillén apretó el botón de alarma.
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