VÍCTOR JOSÉ LÓPEZ
Holanda como ocurrió en los Mundialdes de Alemania 1974 y Argentina 1978, perdió la oportunidad de ser Campeón del Mundo, convirtiéndose en el único seleccionado que luego de haber llegado a más de dos finales no ha podido titularse.
Los holandeses, famosos por su buen fútbol, inventores de la Naranja Mecánica, el fútbol total, y porque han sido holandeses los creadores del estilo, la técnica y la forma de jugar de España, el domingo redujeron su historia a un conjunto vergonzoso ante la derrota. No por caer ante un equipo superior, como es España, sino por los métodos empleados en el partido final de la copa del Mundo.
Aunque comprendimos su desespero en los 15 minutos iniciales, cuando España se metió en el área chica tulipán, entendimos el recurso contundente para provocar desorden en el orden ibérico; pero más allá del legítimo aunque poco vistoso planteo, lo más grave fue la propensión al juego brusco de los jugadores holandeses, notoria desde los primeros minutos del partido. Cuando llegamos a los 28 minutos habían sido amonestados Van Persie, Van Bommel y de Jong, este último por una patada criminal contra Xabi Alonso que merecía expulsión.
Terminó en total con siete amonestados y un expulsado (Heitinga, por doble amarilla), en un partido en el que si por algo se puede acusar al árbitro inglés Webb es por haberse quedado corto en las sanciones.
No le pedimos un cambio de filosofia de juego a los holandeses, ¿Con quñe derecho le vamos a pedir esto a los subcampeones del mundo? Aunque como creo que piensa nuestro fraterno Manuel Rodríguez, sí creemos que tenemos derecho como admiradores de aquella colección de brillantes individuales como lo fueron Johan Cruyff, Neeskens, Gullit, Koeman, Van Basten, Rijkaard y Rep aquella Naranja brillante del 74 y el 78. Esta de "pateadores" ni siquiera pudo contar con el apoyo del público sudafricano, pues se convirtieron los holandeses en los malos de la película y no lograron, porque siempre ganan los muchachos, un final con el que habían soñado
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