LA MALDICIÓN DE LA CABRA
LOU PINIELLA no quiere saber de triunfalismos, el veterano manager sabe cuan dañino es salir a la cancha pensando en la champaña que se enfría en el dog out. El manager sabe que a los Cachorros de Chicago los arropa una terrible leyenda, una maldición que les ensombrece desde hace exactamente un siglo. Cien años desde que un inmigrante griego, de nombre Billy Sianis conjuró al equipo de Wrigley Field por sentirse ofendido en su amor propio. Cuentan que el griego Sianis adquirió dos entradas para el cuarto juego de la Serie Mundial de 1945 contra los Tigres de Detroit en Wrigley Field de Chicago. La historia nos cuenta que Cubs venció a Tigres en las series de 1907 y de 1908, cada una por 4 x 1. El señor Billy Sianis dispuso de una de sus entradas para su mascota: la cabra Murphy. Murphy iba vestida para la ocasión con una manta que llevaba inscrita la leyenda: “We got Detroit's goat.” (Tenemos a la cabra de Detroit). De esto no hay evidencia, solo se tiene constancia que el ingreso al estadio fue precedido de una polémica con el personal de seguridad. Sianis y Murphy apoyaron en el estadio a los Cachorros, antes de ser finalmente expulsados del Wrigley Field por el personal de seguridad, a instancias del dueño de los Cachorros: Philip Knight Wrigley, quien argumentó que “la pestífera presencia de la cabra molestaba a los espectadores al su alrededor”. Sianis desató la maldición al vociferar que los Cachorros jamás volverían a jugar una Serie Mundial en Wrigley Field. Los Cachorros perdieron el juego y eventualmente la Serie Mundial de 1945, y desde entonces no han vuelto a saber del clásico de octubre. Chicago perdió con Detroit 4 x 3, y fueron sometidos desde el montículo por el serpentinero Hal Newhouser, quien tras 25 victorias y 9 derrotas fue elegido como el Más Valioso de la Liga Americana. Newhouser tuvo una efectividad, aquella temporada, de 1.81. Con un enemigo así ni que Murphy se vistiera de bruja.
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