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UN MUNDO INCIERTO
Que desagradable es la Venezuela de hoy en
día. Para ser más específico, hoy 16 de noviembre de 2018.
Cuesta trabajo definir con exactitud todo
lo malo que estamos viviendo, vamos a presentar una especie de “lista de
chequeo” y después usted la puede ordenar por orden de importancia según su
caso particular.
La familia: Está fracturada, no hay
integración. Están dispersos por el mundo
Las relaciones personales: Ya la gente no
se junta a conversar, a pasarla bien, ahora, en todas las reuniones es un
lamento, cada quien contando lo que no pudo comprar y el costo de las cosas.
Las relaciones comerciales: Antes las
empresas tenían Gerentes de Venta y Mercadeo para incentivar las ventas y
obtener buenos resultados. Ahora tienen una telefonista que responde “No señor,
no hay, imagínese que la empresa se está mudando para Colombia.
La tranquilidad: Ahora todo el mundo anda
“de brinquito” al oscurecer sale corriendo para su casa a guarecerse. Antes
usted caminaba por Sabana Grande y bullía de gente y entusiasmo, ahora, a las
ocho de la noche es un desierto. El otro sábado llegué a un reconocido
restaurant por la calle Negrín a las
cinco de la tarde y me dijo el parquero no señor, váyase, váyase, estas no son
horas para estar aquí, lo pueden atracar.
El suministro de alimentos para la dieta
diaria: Usted llegaba antes a un supermercado y estaba repleto de productos y
variedades. Ahora las estanterías están vacías y a unos precios incomparables.
Antes se le dañaba a usted algún artefacto
y conseguía el repuesto en la primera ferretería.
Voy a citar un caso específico que fue el
estímulo para escribir esta historia. El ascensor donde vivo se detuvo porque
se dañó una pieza que se llama el magneto, entro por Internet y pongo
“Mantenimiento de ascensores”. Una cantidad de empresas dedicadas a esta
gestión, las repuestas, disimiles y cada una más frustrante, voy a citar
algunas: no la tenemos, se puede repotenciar a un costo de cuatrocientos
dólares. Podemos enviar un técnico a verificar el daño a un costo de ciento
cincuenta dólares. Usted me puede poner con un técnico, no señor, están
trabajando y como se llama usted, Yureisy Josefina. Queda uno realmente
agotado, hasta el más aguzado claudica.
Esto se puede extender a una larga lista
de situaciones frustrantes, no lo creo necesario, usted las conoce y las está
sufriendo a diario.
16/11/2018 POR VENEZUELA SIEMPRE.
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