Víctor José López
Los socialistas, los castro comunistas, la gente de Podemos enquistada en América Latina, gobernantes como Pedro Sánchez en España recurren a una cartilla aprendida de memoria para proceder e imponer la revolución que en Venezuela seguimos al pie de la letra.
Los menos jóvenes han de recordar las cartillas donde los abuelos aprendieron a leer por sílabas, combinándose unos con otros los sonidos elementales forman palabras.
Era aquello de M-a MA … el R con R Cigarro, y así fórmulas que combinaban vocales y consonantes para aprender a leer deletreado, reuniendo las letras y los niños creían haber aprendido a leer. Con el tiempo entenderían que seguían siendo analfabetos, a pesar de los métodos y de los caletres, y ya en la Escuela abandonarían en pelotón de analfabetos para ingresar al batallón de los cultos.
En los regímenes totalitarios, como ocurre en Venezuela, la política inspirada en el castrocomunismo y lo que ocurre en España con el PSOE de Sánchez inspirado en Rodríguez Zapatero nos han convertido en una nación en retroceso. La contramarcha a todo motor, sin importarnos se funda la máquina del país que ya pasa aceite.
Todo este horror sigue la inapelable fórmula de atacar hasta lo más profundo de sus raíces, a la Inversión Privada. Lo hace el Estado dueño y señor de bienes y fortunas, vidas y destinos. Ataca la Propiedad Privada. Persigue a la Industria sin importar la mengua y menoscabo de su generación de empleos y que represente y signifique la manutención de la población.
Hay que Expropiar, verso satánico impuesto por los demonios del chavismo, para sacar del juego económico a la Industria y al Comercio.
Hay que cerrar las Escuelas privadas, como hizo Fidel para construir al Hombre Nuevo según El Ché.
Hay que destruir la Universidad y evitar al estudiante protestatario y exigente de la Libertad y del pensamiento progresista.
Todo eso se logra abriendo con el embargo que produce la expropiación de bienes y fortunas las cárcavas que abren las venas del pueblo sometido con torrentes de hambre e inseguridad, provocando la formación de la infernal diáspora y la disgregación de una nación reducida.
Luego de dos décadas de martirio, en largas colas de hombres y mujeres. Ciudadanos con edad de producción, desesperanzados, hambrientos y con los brazos cruzados. Hombres y mujeres que desde niño sacaron de las aulas de clases, convirtiéndolos en robots del marxismo fidelismo, la doctrina de los brazos cruzados, campos abandonados, santamarías abajo en las casas de comercio en quiebra y los brazos en alto, las manos arriba en el atraco más vil de la historia.
Es la cartilla del populismo, la de los maestros Fidel, Raúl, Hugo Chávez y Rodríguez Zapatero los regímenes del Alba la aprenden de memoria para que en el ocaso al que nos conducen no podamos recordar donde escondieron la Libertad.
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