Blog de Víctor José López /Periodista

lunes, 9 de julio de 2018

EL ¨PATRIOMETRO EN TIEMPOS DE LLUVIAS" Egildo Luján Navas

 Formato del Futuro 

El servicio de electricidad, por su parte, opta por su preferencia: no provocar oscuridades. Recurrir a los relumbrones. Es la manera más inteligente de demostrar que, entre fallas y fallas, la “llegada e ida de la luz”, demuestra que al servicio le están amputando sus vatios, “entre inteligentes procedimientos ideados por quienes insisten en   promover sus guerras económicas  sobre el país”.

El servicio de gas, sencillamente, duele, pero no es capaz de generar la reacción necesaria para demostrar que también es una crisis verdadera. ¿¿Por qué no hay gas?. Porque la extracción de petróleo anda por el suelo, aunque para comienzos del 2019, “con la ayuda de Dios y de la Chamba Juvenil”, el país habrá incrementado la producción en 500.000 barriles diarios.

¿Y qué sucede realmente con los alimentos y las medicinas?. ¡Nada¡. No ocurre nada. Sólo, quizás, que a Donal Trump, como cabeza de Imperio, se le ocurrió promover esa campaña para que los pobres de solemnidad e incautos de botiquín que viven en este país, se les ocurra hacerles el juego y promover una invasión injerencista, traidora y criminal. ¿Injerencista?. Sí, porque es así como se debe llamar a todo aquel que se empeña en venir a cuestionarle los caminos a la revolución y a los revolucionarios. Y, lo peor, eso es inaceptable en  un país libre y soberano. ¡Apátridas¡.

Hay que guardar silencio. “En boca cerrada no entran moscas”. Y, en este caso, a quien se le ocurra hablar de crisis, sencillamente, ¡se le aplica el “patriómetro¡”. Eso que nadie sabe de qué se trata, pero que está presente, vigente. Especialmente, ante el convaleciente que esté a punto de concluir la difícil tarea de vivir por carencia de medicinas, y que, antes que demandar la extremaunción, se le ocurre decir a los cuatro vientos que su anticipado viaje obedece a que no puede evitar irse por la crisis humanitaria que lo está arrastrando.

Y pobre del pobre de solemnidad que no ha podido ingerir un gramo de proteína de origen animal durante 2018, por lo que ya el hambre y tomó posesión de su casa, mientras que “la pelona” lo está rondando. Si pretende sensibilizar a algún benefactor alertándole que es víctima de una crisis humanitaria, puede tener por seguro que será objeto de una “justa y meritoria sanción basada en la firme y recta determinación del “patriómetro””. Sí. De eso que nadie sabe de qué se trata. Pero que sí hace posible que Usted, libre usuario del derecho a pensar y reclamar atención, derechos y libertad, se le ocurre hablar de crisis.

Recuerde: que ni se le ocurra hablar de crisis. Porque, en revolución, el pueblo y los pobres, que son la misma cosa, expresión genuina del nuevo hombre de la próspera Venezuela del Siglo XXI, si presume de alguna posibilidad de ser libre, es la de guardar silencio. Mejor dicho, ser solidario con la condición humana y social de haber dejado de ser “rico”, que es malo, malísimo, para alcanzar el estrato progresista superior de ser un solemne pobre,. Además, con la innata sabiduría de entender perfectamente que la compleja alternativa de vivir se convierte en felicidad pura, cuando se es pobre de solemnidad.

Egildo Luján Nava
Coordinador Nacional de Independientes Por el Progreso (IPP)

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