Blog de Víctor José López /Periodista

domingo, 1 de julio de 2018

DESDE EL PUENTE Oswaldo Álvarez Paz



EXIGENCIA DE CLARIDAD Y TRANSPARENCIA


2018 llega a la mitad en medio de enormes expectativas aún sin concretar. La inmensa mayoría de los presos políticos y militares siguen presos y la ausencia de una verdadera e independiente administración de justicia quizás sea la característica más deplorable del régimen actual. Los responsables tendrán que responder por acciones y omisiones que han generado daños irreparables a las víctimas. Algunos con más de una década sometidos a la enorme tortura de vivir alejados de sus familiares y amigos, reducidos a calabozos y privaciones de lo elemental. Otros, con menos tiempo, pero iguales o peores situaciones, radicalmente contrarias al mínimo respeto que merecen sus derechos humanos.
No me gusta hablar en primera persona sobre las circunstancias que han rodeado mi caso. Hay otros que están mucho peor que yo, pero siento la obligación de remover la conciencia nacional para exigir el cambio de régimen empezando con la salida de Maduro. A estas alturas no hay rectificación posible ni en lo político, ni en lo económico, ni en lo social ni con relación a la defensa de la soberanía nacional. Mientras estos tipos sigan allí no habrá solución a nada. Estamos en la etapa definitiva para poder vivir en libertad y democracia. Pero hay que asumir el reto con decisión irreversible.
Estas y otras consideraciones me llevaron a acompañar a María Corina Machado en su reciente declaración de respuesta a Maduro y a las acusaciones que desde varios frentes oficialistas le hacen. Magnicida, es decir que trabaja para asesinar a Maduro y protagonista de una conspiración militar en marcha. Lo hizo con la claridad y el coraje que la caracterizan. Nuestro respeto hacia esta dirigente crece progresivamente al ver coherencia entre lo que piensa, lo que dice y sus actuaciones concretas. No está sola. La solidaridad aumenta a lo largo y ancho del país. Algunos pretenden descalificarla atribuyendo a sus acciones un interés protagónico presidencial. Mezquindad, envidia y miopía por parte de los pocos que, de esta manera, proyectan sus frustraciones y verdaderos propósitos. Prisioneros de una electoralitis aguda, de la conservación y ampliación de espacios de convivencia con el régimen, han abandonado la lucha por el cambio radical que Venezuela necesita y disparan más hacia los lados que hacia el frente donde se encuentra el enemigo real.
Los desacuerdos son inevitables en una oposición hija legítima del pluralismo democrático. Lo he dicho varias veces. Pueden ser hasta útiles, en la medida en que no abandonemos la razón fundamental de esta lucha. Lo repito como recordatorio cuando entramos lo que parece ser la etapa final de este proceso. Me niego a ser parte de la coalición trágica de Cuba, Nicaragua, Bolivia y de los países extra continentales que abierta o encubiertamente son enemigos del pueblo venezolano.
Lunes, 2 de julio de 2018
@osalpaz


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